El organismo humano funciona al igual que un automóvil. Si queda parado durante mucho tiempo, al querer usarlo, la batería estará descargada. Es decir, el movimiento es una fuente de energía. Prestá atención a estos consejos para estar siempre en forma.
Qué hacer para tener más energía
1) Levantarse ante el primer toque del despertador. Está comprobado que quien se levanta temprano queda más activo durante el resto del día. No programes tu despertador en función al tradicional “voy a dormir cinco minutos más”. Pensá que cada vez que vuelvas a dormir prolongás más el remordimiento de levantarte. Sé realista y programá la alarma en el horario en el que precisás levantarte.
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2) Desperezarse. Ese es un placer que se puede transformar en una óptima manera de salir de la cama. Es una forma de preparar los músculos para el trabajo.
3) Aspirar profundamente 10 veces al levantarse. Si podés, abrí las ventanas y disfrutá de la salida del sol. Para oxigenar tu sangre, respirá profundamente, esto auxilia los procesos mentales y aumenta la energía.
4) Comenzá el día con 5 minutos de ejercicios. Hacé una serie de alargamientos, abdominales y flexiones. Los movimientos activan la circulación sanguínea y estimulan las energías física y mental.
5) Tomá una ducha energética. Para eso, utilizá un gel energizante y luego tomá un vaso de agua fría. Te sentirás mucho más dispuesto. Receta del gel energizante: adicionar 5 gotas de uno o dos aceites estimulantes (menta, limón, etcétera) a un gel de baño de avena.
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6) Prepará una buena taza de café en la mañana. No hay disculpas para evitar la primera comida del día. Ella es responsable de recargar sus depósitos de energía. Igualmente si no sentís hambre al levantarte, percibirás que el apetito ha despertado después de una secuencia de ejercicios y una ducha. Si tenés poco tiempo, tomá por lo menos una vitamina. ¿Qué mejor motivo para eso? Las personas que se alimentan por las mañanas tienen menos dificultades para controlar el peso.
7) Alimentarse con antioxidantes. Las vitaminas A, C y E actúan como antioxidantes naturales y ayudan a evitar los efectos de los radicales libres y las sustancias tóxicas del organismo. La vitamina C mejora la absorción del hierro, mineral cuya carencia provoca cansancio y fatiga. La vitamina E aumenta la resistencia física y retarda el envejecimiento. La vitamina A mejora el aspecto de la piel y potencia el efecto de las anteriores.
8) Recargar sus depósitos del complejo B. Las vitaminas del complejo B son imprescindibles para la obtención de energía de los alimentos. Todas son necesarias, principalmente si estás pasando por un período de estrés. Al sentir cansancio o fatiga, ingerir más alimentos ricos en vitaminas del complejo B para aumentar la energía.
9) Practicar deportes. La mente humana no funciona bien sin la descarga de adrenalina que los ejercicios producen, con la actividad física, el cerebro y el cuerpo trabajan mejor. Entrená cerca de una hora por día.
10) Comer bien. Evitá comidas con gorduras saturadas, las carnes rojas y alimentos industrializados y no dejes faltar en tu dieta las frutas, legumbres, verduras, huevos y aceite de oliva.
11) Perder peso. El exceso de gordura corporal hace que se pierda energía. Tratá de comer en forma equilibrada y así vivirá de manera saludable.
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