El maridaje, ¿realmente, da más placer al disfrutar un vino?

Oliver Gayet, experto sommelier, analiza este y varios otros mitos sobre el vino.

Vino.Shutterstock
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Mito 1: ¿el culo de la botella (fondo) tiene alguna influencia en la calidad del vino?

Absolutamente, no; en nada tiene influencia en el líquido la forma de la botella. El vidrio es un elemento neutral; por lo tanto, no puede mejorar el producto, mucho menos si el fondo de una botella está más hundido que en otra. Para fiestas, compren el vino que más les guste por su sabor o experiencia en alguna degustación, pero no se dejen influenciar por el peso o la forma de la botella. Es ridículo pensar que un vino puede ser mejor o peor a causa de la forma de esta.

Mito 2: ¿el formato de botella magnum es mejor?

Sí, mientras más grande sea la botella de vino, el contenido se conserva mejor. Sucede que el oxígeno es uno de los grandes enemigos del vino y siempre queda una pequeña porción de este en el cuello de la botella, entre el líquido y el corcho. Este volumen de oxígeno casi siempre es el mismo, siendo en las botellas de 375, 750 y 1500 ml, inclusive, mayor aún. Por lo que a mayor cantidad de vino, menos puede afectar el oxígeno al líquido y se conserva mucho mejor.

Mito 3: ¿cuánto tiempo puede conservarse abierta una botella de vino blanco y otra de tinto?

Vino blanco y tinto.

Como dije en la respuesta anterior, el oxígeno es un gran enemigo del vino y, una vez abierto, queda totalmente expuesto al oxígeno; por lo tanto, su periodo de oxidación se acelera a pasos enormes. El que menos tiempo se conserva es el vino blanco, ya que casi no tiene taninos, por lo que sugiero consumirlo en un periodo no mayor a 12 horas, para que guarde todas sus cualidades.

Los tintos, que suelen tener un poco más de estructura tánica, se conservan un poco más de tiempo: unas 24 horas como máximo, pero para ello hay que tomar unas pequeñas precauciones, como colocar el vino en la heladera, para así retrasar el proceso oxidativo gracias a la baja temperatura del ambiente. Guardar el vino abierto por más tiempo es posible, pero dejo en claro que su sabor y aroma irán mutando, y les aseguro que no será para mejor.

Mito 4: el espumante o champán, una vez abierto, ¿se puede guardar?

Como siempre, el oxígeno sigue siendo un gran enemigo para este tipo de productos, pero si contamos con un tapón de champán (que ya existe en nuestro mercado para la venta), podemos contener el proceso de oxidación por unos días.

Esto se debe a que, una vez cerrada la botella y colocada en la heladera, el espumante libera gas carbónico de las burbujas que están dentro y, como es más pesado que el oxígeno, forma un pequeño colchón sobre el líquido y no permite que el oxígeno esté en contacto directo con este. Así lo protege por unos tres días como máximo. ¿Por qué no por más tiempo? Es que, al abrir la botella, mucho oxígeno estuvo en contacto con el líquido y el proceso oxidativo ya se inició.

Mito 5: ¿el maridaje, realmente, da más placer al disfrutar un vino?

Esto ya no se discute. Uno puede tomar el vino que más le guste sin problemas, pero el hecho de poder maridarlo con el plato ideal, realmente, mejora muchísimo el disfrute de los sabores en el paladar. Hay maridajes clásicos que sugiero seguir, como un vino blanco con pescados. Vino rosado para brindar y de aperitivo. Vino tinto para carnes rojas en general. Vino dulce para los postres, con excepción de un queso azul o foie gras. Espumante o champán Brut, en todo momento, y Demi Sec, con el postre.

oligayet@hotmail.com

El maridaje, ¿realmente, da más placer al disfrutar un vino?

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