Cuáles son los mitos más comunes en torno al chocolate
El chocolate engorda. El chocolate es un alimento que contiene cantidades elevadas de azúcar y grasas, pero rico en flavonoides, sobre todo catequinas, a las cuales se les atribuye propiedades saludables tales como antioxidantes, antitrombóticas y antiinflamatorias.
Recientes investigaciones han demostrado que su consumo se asocia con un menor riesgo de trastornos cardiometabólicos y lo recomiendan dentro de una dieta equilibrada y en cantidades moderadas (no más de 20 gramos por día) para individuos sanos de todas las edades.
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El chocolate agrava el acné. Los alimentos grasos como el chocolate no son responsables de la aparición de granos y espinillas: la grasa que se ingiere en la dieta no se acumula en las glándulas sebáceas.
El chocolate crea adicción. Se ha constatado que el consumo de dulces estimula los mecanismos de liberación de endorfinas.
Este efecto puede explicar el consumo excesivo que muchas personas hacen de los dulces cuando notan que les alivia el malestar y que les ayuda a combatir el abatimiento. Sin embargo, no hay estudios que confirmen que el chocolate posea efectos fisiológicos que provocan un consumo compulsivo o adictivo.
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El chocolate origina migrañas. El cacao y los chocolates presentan cantidades apreciables de ciertas sustancias (como la tiramina, histamina y feniletilamina) que se relacionan con la aparición de episodios de migrañas.
Sin embargo, el detonante de la migraña es multifactorial y la participación de dichas sustancias no se ha podido establecer de forma concluyente.