BLK o agua negra de manantial es como se denomina esta curiosidad. Esta exótica bebida surge de un manantial natural localizado en la reserva forestal de Sandiland, en Canadá, y está alimentada por diferentes acuíferos con millones de años de antigüedad.
Lea más: El agua que bebemos
El agua que arroja contiene diferentes minerales pertenecientes a la materia orgánica prehistórica de origen vegetal (de hace 75 millones de años) que se encuentra en depósitos de las profundidades de la Tierra, un compuesto que contiene hasta 77 minerales diferentes y ácido fúlvico, un antioxidante natural proveniente del humus y que le da su característico color oscuro.
Lea más: Beber agua para estar mejor
BLK, la empresa que la comercializa, asegura que el bajo peso molecular del agua negra favorece su absorción y, por tanto, hidrata más rápido que el resto de aguas. Tiene pH 9, que contribuye a equilibrar los niveles de pH del organismo. Además, no contiene colorantes o sabores artificiales y cuenta con certificación kosher. Los que la probaron aseguran que su sabor va de neutro a salado.