“Las calabazas son ricas en betacaroteno. Nuestro cuerpo convierte este antioxidante en vitamina A, la cual es necesaria para ver, protegerse de los gérmenes y que el sistema reproductivo funcione correctamente.
También ayuda a que el corazón, pulmones, riñones y otros órganos se mantengan saludables. Una taza de calabaza proporciona el 200% de la ingesta diaria recomendada de vitamina A”. explica Carolina Sosky experta en nutrición personalizada y nos habla de sus beneficios.
El consumo de alimentos con altos volúmenes de betacaroteno aportan los siguientes beneficios:
- Reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
- Ofrece protección contra el asma y las enfermedades cardíacas.
- Disminuye el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad.
- Puede ayudar a una persona a evitar la diabetes y las enfermedades cardíacas, promover un cutis y un cabello saludables, aumentar la energía y regular la presión arterial.
- Hay muchas formas de incorporar la calabaza en la dieta, como en postres, sopas, ensaladas, conservas e incluso como como sustituto de la manteca.
Ingredientes:
1 taza de pure de calabaza previamente cocida.
1 taza de harina de avena o de harina de almendras.
3 huevos o 1 huevo y 5 claras.
Media taza de salvado de trigo o afrecho (opcional).
1/3 de taza de leche de almendras o descremada.
1 cda. de mantequilla de mani (opcional).
vainilla al gusto.
endulzante al gusto.
1 cdita de polvo para hornear.
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Preparación:
Licuar o mezclar muy bien todos los ingredientes. Precalentamos el horno a 220°C. Vertemos la mezcla en un molde. Llevamos la mezcla al horno por 25 a 30 minutos. Con ayuda de un palillo comprobar que este bien cocido y listo.