“Antes de hablar sobre pagar deudas, definamos qué significa la deuda: es una herramienta financiera que facilita el crecimiento económico de las personas o empresas al obtener dinero prestado, pagando un interés sobre ese monto, para producir bienes o servicios y, por ende, obtener un beneficio o ganancia”
“Esto nos lleva al primer principio de buena práctica financiera: endeudarse es crecer, generar un valor, nunca pagar gastos comunes o de rutina. Una persona que paga sus obligaciones, honra a sus compromisos, es una persona que genera confianza y es sujeto de crédito, lo que se constituye como un beneficio o diferencial en el sistema económico, de modo que la misma podrá acceder a ese crédito cuando lo necesite”, introduce la economista y asesora financiera, Cristina Maciel.
-¿Cuáles son las deudas que se incumplen frecuentemente en el día a día?
Por lo general, las personas tienden a pagar sus deudas, cumplir con sus compromisos; la mayoría lo hace porque le conviene. Y el negocio financiero lo demuestra, por lo rentable que es. La tasa de morosidad del mercado es inferior al 4%, lo que significa que, de toda la cartera de deuda del sistema financiero formal, menos del 4% tiene un atraso superior a 60 días.
No obstante, cuando los imprevistos suceden y se corta la fuente de ingresos, cada persona establece sus prioridades, las obligaciones serán honradas de acuerdo con las prioridades de vida de la persona en ese momento, sus principios y valores familiares. Por ejemplo, se podrán priorizar aquellas deudas que tienen un mayor costo o las obligaciones del seguro médico o el colegio de los hijos.
Consecuentemente al no pago, le aplicarán una tasa de interés ante la mora. Esto nos lleva a otro principio de práctica financiera: pagar las deudas dentro del plazo establecido para evitar sobrecostos resultantes y mantener buenos antecedentes crediticios.
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-Las exigencias de las entidades financieras, para muchas personas obligan a que se busque dinero en la informalidad.
Al mercado informal acceden las personas que no tienen antecedentes crediticios o no forman parte del sistema financiero (bancos, financieras, cooperativas, asociaciones, etc) que por no estar regulado pueden cobrar tasas significativas sobre la media del mercado.
Las instituciones financieras, el negocio financiero tiene como principal fuente de ingresos los intereses por deudas. Y es un negocio muy rentable. Deducimos entonces que la gente paga sus deudas y las empresas que ofrecen créditos se encargan de asegurar el cobro de su capital, a través de garantías de todo tipo que se ejecutarán ante el no pago.
-Mucha gente pide prestado y después ve si puede devolver. ¿Está en nuestra cultura el prestar y no pagar las deudas?
Está en la informalidad más que en la cultura. El que no se siente obligado a devolver o se escuda en la ofensa al ser requerido o reclamado, por lo general, será debido a que la deuda no fue documentada formalmente; y es un error, porque la falta de documentación lo hará sentirse no obligado a pagar.
Por esta razón una buena práctica y regla es nunca prestar ni tomar prestado dinero de amigos, familia, vecinos, salvo que lo hagas con algún documento que respalde la operación o lo hagas a modo de ayuda o colaboración -sin la intención de recuperar el dinero-.
-Un riesgo salir de garante, a veces una amistad, una relación comprometida nos pone en aprietos.
No es recomendable garantizar la deuda de un amigo o miembro de la familia, porque se está compartiendo la responsabilidad en caso de que el amigo o familiar no pague. Ambas situaciones pueden ser causal de ruptura de la relación, nunca es recomendable mezclarlas.
O podrías salir de garante de un familiar o amigo, pero no pongas tus expectativas en recuperar lo prestado, sino más bien en ayudar a la persona a partir de la valoración que hagas de su situación y la relación que tengas con ésta, y luego, si te devuelve, fantástico.
-¿Qué motivos comúnmente impiden cumplir con la devolución?
Por lo general, la gente cae en la morosidad por la pérdida de la fuente de ingresos que permite el pago (fallecimiento del proveedor de ingresos de la familia, pérdida de empleo, pérdida en los negocios) o porque ha surgido algún imprevisto o contingencia que desvía el uso o priorización del destino que se le da a los ingresos tales como enfermedad o accidentes.
Como en toda regla, hay excepciones y habrá ese porcentaje que se propone no pagar, pero no creo que sea significativo.
-¿Cómo dejar de ser deudores “perseguidos” o cómo detectar –sin ser entidad financiera- a los que no pagarán antes de prestarles dinero?
Como dije, podemos ayudar a quién lo necesita haciendo una colecta, pollada o rifa o, en el caso que podamos, donar dinero para ayudar. La gente es muy solidaria. Pero prestar y esperar que te devuelva sin haber documentado debidamente, puede ser una ilusión o, mejor dicho, una desilusión.
En tanto, como deudor, para tomar prestado siempre debemos hacer un autoanálisis de la propia capacidad de pago. Es decir, me debo hacer la pregunta de si puedo pagar mensualmente lo que corresponde y, aún cuando suceda un imprevisto, si podré cancelar la deuda.
-Hoy día no poca gente asume el riesgo de convertirse en moroso, incluso se endeuda para pagar otra deuda. ¿Existirá alguna adicción a la deuda o es la presión del sistema económico?
En el sistema financiero en el que vivimos es fundamental estar al día con las obligaciones, de cualquier índole: ya sean impuestos, tarjetas de crédito, cuotas de colegio o universidad, seguro médico privado, otros seguros, porque si no pagás, te cortan el servicio, te registran como moroso.
Y ser moroso te limita el acceso a nuevos créditos en el sistema. Uno debe estar preparado, porque nunca sabemos cuándo podemos necesitar un buen crédito, sea para comprar una casa, atender una situación de salud, para emprender, por ejemplo.
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Puede haber algunas personas que tengan esta condición, pero no es común. Por lo general, la morosidad está dada por cambio en las condiciones económicas de la familia o fuente de ingresos, lo que delata también un error en el análisis del crédito al momento de otorgarse la deuda.
Puede pasar que las personas en un momento determinado queden sobreendeudadas, incentivadas por el sistema financiero que todo el tiempo nos invita a hacer compras en cuotas o compras con tarjeta de crédito, también en cuotas. Y que llegado el momento no pueda hacer frente a todas las obligaciones que fue asumiendo sin darse cuenta.
El consumismo, característico del sistema capitalista nos expone a esta situación, como todo en la vida cada situación tiene dos caras que debemos comprender, aceptar y asumir.
Deuda: resumen y consejos
“La deuda es una herramienta que debemos saber utilizar, para lo cual es importante acceder a una buena educación financiera, comprender lo que significa tomar dinero prestado, la tasa de interés que aplica a cada deuda y los demás costos implícitos dependiendo del caso”, sostiene nuestra entrevistada. Y agrega:
“Se debe tener mucho cuidado en el momento de prestar dinero a familiares y amigos o salir de garante, en lo posible no hacerlo, porque se pone en riesgo la relación”
“Una deuda, al estar formalizada, documentada genera un condicionamiento psicológico de devolver. La firma de un compromiso, obliga a la persona a cumplir, caso contrario, fomenta que el deudor se sienta en la libertad de no pagar”
“Tener buenos antecedentes crediticios habla bien de la persona y le permite crecer”
“Las posibles causales por las que una persona deja de pagar sus deudas pueden ser: pérdida de empleo, enfermedad, pérdida del familiar que es sostén del hogar, crisis económica. Ante esta situación la reacción o actitud dependerá de los valores de la persona: algunos evadirán, otras afrontarán. Cuánto más educación financiera, más madurez ante los compromisos asumidos”
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“La base es tener una sólida educación financiera. Hoy día es fácil acceder a información en internet sobre cómo manejar el dinero y, por ende, utilizar las herramientas financieras posibles”
“Prestar dinero no es una mala práctica siempre y cuando haya un marco de formalidad. El endeudamiento es una forma de desarrollar y crecer en negocio para mejorar nuestra vida personal y familiar”
“Salvo excepciones, el paraguayo es pagador; la mujer es pagadora por naturaleza”