El género del true crime abarca desde series de televisión, documentales, libros y hasta podcasts. Este interés casi obsesivo por el true crime entre mujeres ha sido objeto de estudio y análisis. Hay razones detrás de esta fascinación, una de ellas es la atracción psicológica o curiosidad natural.
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La mente humana tiende a ser curiosa por naturaleza, especialmente cuando se trata de entender comportamientos extremos. Las mujeres, en particular, pueden sentirse impulsadas a profundizar en los aspectos psicológicos de las historias de crímenes, tratando de desentrañar las motivaciones detrás de los actos delictivos. Este deseo de comprender lo incomprensible provoca una atracción casi hipnótica hacia estos contenidos.
Empoderamiento y prevención
Ver historias de crímenes reales puede proporcionar un sentido de empoderamiento. Al familiarizarse con diferentes técnicas y modus operandi criminales, algunas mujeres sienten que pueden estar mejor equipadas para reconocer situaciones peligrosas y protegerse a sí mismas y a sus seres queridos.
Este conocimiento puede actuar como un mecanismo de defensa, ofreciendo una falsa pero tranquilizadora sensación de control sobre lo impredecible.
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A menudo, los relatos de crímenes reales están imbuidos de emociones profundas y relaciones complejas que resuenan con las experiencias personales de las mujeres. La conexión con las víctimas, muchas de ellas mujeres también, puede brindar un contexto que humaniza las estadísticas de criminalidad, permitiendo una identificación más personal y emocional con las historias.
Además, experimentar los relatos de true crime puede actuar como un ejercicio catártico para muchas mujeres, permitiendo liberar tensiones y emociones reprimidas en un entorno seguro y controlado. Esta inmersión emocional puede ofrecer una experiencia catártica similar a la que se experimenta viendo dramas intensos, proporcionando un espacio para la liberación emocional.
El auge de plataformas de streaming y podcasts ha facilitado el acceso a un amplio contenido de true crime, a menudo protagonizado o producido por mujeres. Esta representación no solo aumenta la diversidad de voces, sino que también permite una narrativa que resuena más fuertemente con las experiencias y perspectivas de las mujeres, ampliando el atractivo de este género.
El true crime ha dado lugar a la formación de comunidades en línea donde los fanáticos discuten y analizan casos. Estos espacios proporcionan un sentido de pertenencia y vinculación social, permitiendo a las mujeres compartir sus ideas y teorías en un ambiente de apoyo mutuo. Esta interacción comunitaria intensifica el interés y el compromiso con el género.
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Este interés de las mujeres en el true crime es multifacético, influenciado por una combinación de factores psicológicos, emocionales y socioculturales. Ya sea por curiosidad, empoderamiento, conexión emocional o sentido de comunidad, las historias de crímenes reales ofrecen un espacio intrigante.