El festival, que tiene lugar del 5 al 8 de diciembre en el Parque Bicentenario, ya se ha vuelto una de las citas gastronómicas del año en la capital ecuatoriana.
Entre los puestos presentes destacan todo tipo de variedades de platos tradicionales de diferentes provincias de Ecuador como Pichincha, Azuay y Manabí, pero también de distintos países invitados como Uruguay, Guatemala y Rusia, según indicó a EFE Etzon Romo, gerente de Quito Turismo, la agencia municipal de promoción turística de la ciudad.
Asimismo, como indicó Romo, también están en este festival los diferentes mercados de Quito, como el Mercado Central o el de Santa Clara, para garantizar la oferta de los productos más cercanos y tradicionales de la capital con el afán de hacer gala del patrimonio gastronómico de la capital ecuatoriana.
"Tenemos el hornado, la fritada, el mote con chicharrón y los envueltos como humitas. Tenemos también la parte de las empanadas de morocho y en bebidas tenemos un sinnúmero, como la colada morada o el morocho dulce, que lo preparan en las huecas patrimoniales y en los mercados", explicó el gerente de Quito Turismo.
Una estrella a la brasa
Otra de las protagonistas de esta edición es la carne procedente de la Empresa Pública Metropolitana de Rastro Quito, que este año cuenta con un corredor propio de carrilleros para, en palabras de Romo, "mostrar la mejor cara de la parrilla de calidad de Quito".
Uno de los que trabajarán esta "estrella" de la cocina quiteña es Freddy Romero, experto en la materia, quien declaró a EFE que ofrecerá la carne en diferentes técnicas entre las que destacan una parrilla argentina 360 grados o una 'jaula' desde donde aplican un toque ahumado al producto.
Tradición manabita
A la sazón, entre los participantes en esta edición, encontramos el puesto en el que trabaja Henry Valencia, gerente del restaurante Vuelta al Campo, especializado en comida ancestral manabita.
En este caso, los hornos de leña y las ollas de barro se erigen como las principales herramientas para preparar el famoso seco de gallina criolla, plato típico de la gastronomía de la provincia costera de Manabí hecho con achiote, cebolla colorada, pimiento y tomate, además de un aliño licuado compuesto por cilantro, cebolla, ajo, sal, pimienta y yuca.
Uno de los puntos diferenciales de la cocina de Valencia es su compromiso con la cercanía del producto que trabaja, con ingredientes que provienen de comunidades rurales y fincas agroecológicas de Manabí.
Un helado con historia
Para el postre, Marco Acosta ofrece en su puesto dos clásicos de la heladería ecuatoriana: el empastado de Velina, que empezó a fabricarse en 1932, y el famoso helado de Salcedo compuesto por leche, mora, naranjilla, taxo y una cobertura dulce en su interior.
"Créeme que algunos veían el helado de la Velina o el helado de Salcedo y se acuerdan de su niñez, porque es un helado de tradición", expresó con alegría Acosta.
Este certamen gastronómico estará acompañado del tradicional Quito Fest, que ofrece del 5 al 7 de diciembre una variada programación que abarca géneros como cumbia, pop, rock alternativo y metal.
Entre las actuaciones musicales internacionales destacan las de Molotov (México), Los Mirlos (Perú), Ana Tijoux (Chile), El Mató a un Policía Motorizado (Argentina), Velandia y la Tigra (Colombia), La Delio Valdez (Argentina), Papaya Dada (Ecuador), Mula (República Dominicana) y Here Comes the Kraken (México).