Estos son micromachismos y quizás no te diste cuenta...

Los micromachismos son comportamientos, gestos o actitudes que, aunque sutiles, perpetúan la desigualdad de género en la vida cotidiana. No son tan evidentes como la violencia física o verbal, pero actúan como una forma de dominación y control que suele estar normalizada en nuestras relaciones y entorno social. Estos micromachismos suelen pasar desapercibidos, lo que los hace más difíciles de identificar y, en consecuencia, de erradicar.

Micromachismos.
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Los micromachismos son actitudes sutiles que perpetúan la desigualdad de género, normalizadas en las relaciones y el entorno social, lo que dificulta identificarlos. Es una forma de violencia que, al ser constante e invisibilizada, mina la autoestima, restringe la autonomía y limitan las oportunidades de las mujeres, consolidando estructuras patriarcales. Su impacto acumulativo puede ser profundo, contribuyendo a mantener un entorno que valida otras formas más evidentes de violencia de género.

Ejemplos de micromachismos

1. Interrupciones constantes en conversaciones

En reuniones o conversaciones grupales, es común que los hombres interrumpan o minimicen la participación de mujeres. Este tipo de actitud transmite la idea de que la opinión femenina no es tan válida o importante, generando un ambiente donde la mujer debe esforzarse más para ser escuchada. Esto no solo se observa en ámbitos laborales, sino también en conversaciones familiares o en encuentros entre amigos.

2. Delegar automáticamente tareas domésticas a mujeres

Aunque muchas familias distribuyen cada vez más las responsabilidades domésticas, aún persiste la costumbre de asumir que ciertas tareas, como cocinar o limpiar, son “responsabilidad femenina”. En reuniones familiares, por ejemplo, es común que se espere que las mujeres organicen o sirvan la comida mientras los hombres se encargan de tareas consideradas “más pesadas” o simplemente descansan. Este micromachismo mantiene la idea de que el rol de cuidadora es una responsabilidad exclusivamente femenina.

3. Comentarios sobre la apariencia o el comportamiento de las mujeres

Los comentarios sobre la apariencia de las mujeres son una de las formas más comunes de micromachismo. Aunque pueden parecer inofensivos, este tipo de comentarios (como opinar sobre el estilo de ropa, maquillaje o peso) suelen reflejar la idea de que el valor de una mujer está ligado a su apariencia. Además, criticar o alabar actitudes o comportamientos que, según la percepción social, “deberían ser diferentes en una mujer”, también refuerza los estereotipos de género.

4. Invalidación emocional

Este micromachismo ocurre cuando se menosprecia la emoción o reacción de una mujer al llamarla “exagerada” o “demasiado sensible”. Al descalificar o cuestionar sus emociones, se transmite la idea de que su percepción es irracional, lo cual refuerza estereotipos sobre la inestabilidad emocional femenina. En contraste, este comportamiento rara vez se observa en la misma medida hacia los hombres.

5. Control sobre las decisiones o el tiempo

Este tipo de micromachismo se manifiesta cuando un hombre intenta influir de manera sutil en las decisiones de su pareja o amiga. Ejemplos de esto son los comentarios indirectos sobre a qué lugares ir o qué tipo de ropa usar. Aunque no se da de forma explícita, el mensaje implícito es que la mujer no puede tomar decisiones sin la aprobación masculina, lo que limita su libertad y autonomía.

6. Subestimar o infravalorar logros profesionales de las mujeres

Un micromachismo común en el ámbito laboral es asumir que los logros de una mujer son resultado de “suerte” o “ayuda” y no de su esfuerzo o habilidad. Este tipo de comentario desvaloriza el trabajo y la competencia profesional de las mujeres, manteniendo la creencia de que los hombres son naturalmente más aptos para el éxito profesional.

7. Chistes o bromas sexistas

Los chistes sobre mujeres o bromas basadas en estereotipos de género son un micromachismo común que muchas veces se defiende como “humor inocente”. Sin embargo, este tipo de comentarios refuerzan roles de género y normalizan la discriminación, restándole importancia a la igualdad y perpetuando actitudes machistas.

8. Explicaciones condescendientes o “mansplaining”

El “mansplaining” ocurre cuando un hombre explica algo a una mujer de manera condescendiente, asumiendo que ella no entiende el tema, incluso si ella es experta en él. Suele incluir un tono paternalista, con interrupciones o aclaraciones innecesarias, lo cual refuerza la idea de que el conocimiento masculino es superior. Este comportamiento es un micromachismo que intenta imponer la autoridad del hombre en la conversación, reduciendo la validez del aporte de la mujer y creando un ambiente donde su voz es menos valorada.

Día internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer

El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es una fecha clave para visibilizar y combatir las distintas formas de violencia que enfrentan las mujeres en todo el mundo. Proclamado por la ONU en 1999, este día conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal, activistas políticas dominicanas que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del régimen de Rafael Trujillo.

La fecha busca generar conciencia sobre la violencia de género, que incluye no solo la física, sino también la psicológica, económica, sexual e institucional, y llama a la acción colectiva para erradicar estas injusticias. Es un recordatorio de la importancia de promover la igualdad de género, fortalecer las políticas públicas de prevención y garantizar justicia para las víctimas.

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