El estoicismo ofrece una serie de estrategias valiosas para navegar por las complejidades del mundo moderno. Al aplicar sus principios en tu vida cotidiana, podés lograr una mayor serenidad, claridad y propósito.
Cuáles son los mejores consejos del estoicismo
Enfocate en lo que podés controlar. Uno de los pilares del estoicismo es la distinción entre lo que podemos controlar y lo que no. Los estoicos creen que debés centrar tus esfuerzos y preocupaciones solo en aquellas cosas sobre las que tenés influencia directa.
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Esto incluye tus propias acciones, pensamientos y decisiones. Al liberarte de la preocupación por lo incontrolable, podés reducir la ansiedad y el estrés y concentrarte en mejorar tu respuesta ante las situaciones.
Aceptá la naturaleza efímera de la vida. La práctica del “memento mori” o recordar la mortalidad, es una de las enseñanzas más profundas del estoicismo. Esto nos recuerda que la vida es transitoria y puede terminar en cualquier momento, lo que instiga un sentido de urgencia para vivir plenamente y apreciar cada momento.
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En el mundo acelerado de hoy, esto te ayuda a priorizar lo que realmente importa y a vivir con intención.
Practicá la disciplina emocional. Los estoicos enseñan la importancia de la moderación y el control emocional. En lugar de dejarte arrastrar por emociones intensas y volátiles, es más beneficioso observar tus emociones con objetividad.
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Esto no significa reprimir los sentimientos, sino más bien comprenderlos y elegir conscientemente cómo responder a ellos. Así, podés enfrentarte a situaciones adversas con calma y claridad.
Viví de acuerdo con tus valores. El estoicismo enfatiza la congruencia entre nuestras acciones y nuestros valores. En un mundo donde las influencias externas pueden desviar nuestras decisiones y acciones, es crucial saber identificar y mantener tus principios.
Al permanecer fiel a tus valores, podés tomar decisiones más auténticas y vivir una vida que refleje tus verdaderas prioridades y creencias.
Desarrollá la resiliencia a través de la adversidad. El mundo de hoy está lleno de incertidumbres y desafíos. La resistencia estoica se centra en ver las dificultades como oportunidades para crecer y fortalecer nuestro carácter.
En lugar de evitar o temer las adversidades, podés aprender de ellas y adaptarte, desarrollando así una mayor resiliencia. Esta perspectiva te ayuda a transformarte en una versión más fuerte y sabia de vos mismo.
A través del enfoque en lo que podés controlar, la aceptación de la impermanencia, la práctica de la disciplina emocional, la vida conforme a tus valores y el cultivo de la resiliencia, podés enfrentar mejor los desafíos actuales y vivir más plenamente.