El restaurante Canalha, en el emblemático barrio de Belém, fue el lugar de encuentro para celebrar el regreso de la guía española, que estuvo activa desde 1996 hasta 2007 en el país luso, y que concede los 'soles? (que reconocen la excelencia culinaria y la experiencia global ofrecida por un restaurante).
Después de 11 años en funcionamiento abandonaron los 'soles' y las recomendaciones turísticas y gastronómicas, porque el sistema "era de otra época" y solo valoraba "la bodega, la cocina y la sala".
Así lo explicó en declaraciones a EFE la directora de la Guía Repsol, María Ritter, quien precisó que era necesaria una renovación de las categorías: "No queríamos centrarnos en cuántos hilos tiene el mantel o en si la cubertería era de plata", dijo.
Ritter subrayó que el modelo anterior era homólogo al francés, de la época en la que "se desarrollaron las carreteras". Ahora en la guía, que se ha adaptado a los modelos digitales, se han rehecho las parámetros y en ella habrá desde restaurantes de alta cocina hasta otros más asequibles.
La plataforma seguirá el modelo español, pero "con alma portuguesa". Contará con un grupo de más de 20 inspectores lusos que ya están recorriendo el país, incluidas las islas de Madeira y Azores, la mayoría residentes en los lugares que califican porque conocen la cultura gastronómica y los lugares de la zona en la que viven.
Entre marzo y abril de 2025 se publicará el listado con los restaurantes premiados, siguiendo el sistema de 'soles' vigente en España, y estarán disponibles junto al resto de secciones (como viajes o rutas) de la guía Repsol en su página web, su aplicación móvil y sus redes sociales, incorporando esta vez un modelo digital.
Ritter anunció que la oferta será "mucho más amplia, con inclusión de gente joven haciendo cosas diferentes y con mucho foco en mujeres para visibilizarlas" e hizo hincapié en que otro de los objetivos es mostrar una gastronomía más democrática.
Por ese motivo, se han "repensado" los estándares para que se adapten a las tendencias actuales. Puso el ejemplo de los jóvenes, que consumen muchos contenidos en redes sociales sobre recetas y comida, algo que antes no ocurría: "cuando yo era pequeña nadie hablaba de gastronomía", confesó.