Adolescentes hoy: entre los padres y los influencers

Si inspirar a los hijos con una imagen valiosa de padres es difícil, con los influencers se ha vuelto, sobretodo en la familia donde no hay conversación y vivencia de valores, misión imposible. En la era digital, los chicos siguen a jóvenes mediáticos con entusiasmo y fanatismo.

Muchos padres no sienten ganas de charlar con los hijos, sea por cansancio, por comodidad, porque quieren desestresarse. Sin embargo, es crucial que los padres comprendan el papel de ser padre o madre y su importancia en la crianza de los hijos, ellos son los guías, proporcionan orientación emocional, educativa y moral, enseñan autorregulación, responsabilidad y respeto a los demás.
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Todos fuimos adolescentes y admirábamos o “amábamos” a ídolos del espectáculo o deportistas. Predominaba un sentimiento que, al final, se desvanecía a medida que crecíamos. Actualmente, los adolescentes lo hacen de manera diferente.

En los 60 la beatlemanía hizo furor. En nuestros días los jóvenes siguen con ese mismo entusiasmo a influencers -no necesariamente artistas-

“La forma en que ellos interactúan con estas figuras llamadas influencers cambió significativamente en comparación con las generaciones anteriores, debido a la digitalización y las redes sociales”, comienza diciendo la psicóloga Anabeth Wentzensen.

“Antes recibíamos información de manera pasiva a través de revistas, televisión y conciertos, por ende, la actualización de contenido era más lenta: semanal, quincenal, incluso mensual, y eso si tenías el dinero para adquirir. Hoy se hace por internet, viven conectados permanentemente para no perderse acción o palabra de sus influencers y contactan a través de comentarios, likes, mensajes directos y transmisiones en vivo; los influencers publican contenido diariamente –a veces, varias veces al día-”.

-Ayer había ataques de histeria, hoy más bien una identificación enfermiza, ¿a qué se debe?

Considero que el fanatismo es el inconveniente, hay que tener en cuenta que una cosa es admirar a alguien y otra fanatizarse. El fanático manifiesta una forma de devoción excesiva y descontrolada hacia una persona, grupo, idea o causa que incluso bordea la obsesión; esto lleva a tener comportamientos poco saludables con tal de defender su fervor. Tal comportamiento usualmente se refleja en individuos con sentimientos de soledad o baja autoestima.

La adolescencia trae una la crisis de identidad, lapso durante el cual, sin la guía y el acompañamiento de sus padres, están mucho más vunerables a identificarse con personas o personajes del momento.

En el caso particular de la adolescencia es clave recordar que es una etapa crucial, se basa en el desarrollo de la identidad y la búsqueda de pertenencia, por ende, la falta de figuras de apoyo y guías en la vida real puede llevarlos a volcarse hacia figuras públicas en busca de validación y pertenencia. Las personas inclinadas a esta veneración a los otros deben ser tratadas.

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-Los influencers se llevan la admiración que antes los hijos tenían hacia los padres u otros guías o personas adultas, maduras. Al influencer se lo llama “famoso” y hasta “celebridad”, aunque para los padres sea un completo desconocido. ¿Vivimos los adultos realidades paralelas distintas?

Totalmente, los influencers a menudo promueven estilos de vida, moda, lujo, cuerpos esculturales, captando de esta forma la atención de las personas, especialmente de los adolescentes, quienes se encuentran aún en desarrollo de su identidad.

Todo lo que muestran estos famosos representa un estatus deseado por ellos, por eso muchas veces esta exposición constante tiene una repercusión negativa en los menores de edad, puesto que les lleva a creer que esta forma de vida es el secreto de la felicidad verdadera, ignorando que solamente es una forma de marketing para obtener fama y dinero.

La fama y el dinero de muchos influencers son muy tentadores para los jóvenes, quienes, en muchos casos, comparan sus vidas con las de estos personajes y acaban despreciando su propia realidad socioeconómica.

El adolescente desconoce que no todo lo que ve es real y esto hace que la mayoría de las veces se comparen a sí mismos, a sus padres y su vida en general con todo lo relacionado a sus influencers, lo que les lleva a sentir frustración.

-¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes a ser cautos respecto a sus influencers?

Considero que se logra principalmente en la familia, es importante establecer un diálogo abierto sobre los influencers, los valores que promueven ayudando a los adolescentes a reflexionar sobre sus elecciones y sus efectos.

Además, desde pequeños es primordial fomentar el desarrollo de la autonomía, esto permite que los hijos vayan formando un criterio propio con un pensamiento crítico que les permite tomar decisiones dentro de los límites apropiados, contribuye a un adecuado nivel de maduración y sobre todo a una buena autoestima. Esto disminuye la posibilidad de que se dejen influenciar por otras personas.

Es fundamental recordar que somos los modelos de nuestros hijos, por ende, tenemos que hacerlo con actos consecuentes a lo que predicamos con palabras.

-Muchos padres tienen la intención, pero en vez de diálogo se chocan contra murallas generacionales.

Siempre deben abordar el tema de manera estratégica y comprensiva, prestar atención sobre lo que habla y los gustos de nuestro hijo/a; de manera empática ofrecer información que pueda contrarrestar las ideas perjudiciales que están recibiendo, limitar el uso de las redes sociales.

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Es importante buscar un terapeuta que pueda ayudar a los padres a abordar problemáticas de influencias negativas, puesto que a veces a los adolescentes les es más fácil conversar con un profesional, y éste a su vez puede contribuir en mejorar esa comunicación con los padres.

Forjar en los hijos el pensamiento crítico los hará sentirse seguros e independientes allí donde les toque desenvolverse y frente a otras personas.

-Tenemos que mencionar que en internet hay jóvenes que aportan contenido sustancioso, sin embargo, los que generan polémica con desafíos sin sentido, chistes y chismes se llevan los premios mediáticos y la fama.

Es cierto, lamentablemente está relacionado a la visibilidad y lo que las personas consumen.

Considero que esto sucede porque muchos de los valores cambiaron y desde el mismo hogar les dan más importancia a cuestiones superficiales en lugar de experiencias profundas; por otro lado, pienso que esto sucede por la velocidad y el estrés en el que vivimos, es decir, en un mundo donde el tiempo y la atención son recursos limitados, las personas pueden optar por consumir contenido que requiera menos inversión de tiempo y energía.

Padres frente al desafío de una nueva educación

“Hoy en día los padres carecen de la fortaleza necesaria para proporcionar disciplina y límites a sus hijos (en el consultorio cada día tengo más niños con síntomas de trastorno negativista desafiante)”.

“Según mis observaciones, en la mayoría de los casos se da por comodidad. Los padres se sienten agotados por la cantidad de demandas diarias laborales, financieras, etc. por lo que ya no cuentan con energías necesarias para destinar a la educación. También, como consecuencia, presentan síntomas de culpabilidad por esa falta de tiempo, lo que hace que los llenen de cosas materiales que realmente no son útiles para el desarrollo de la inteligencia emocional de los chicos”.

“Y hay otros padres que recibieron una educación muy autoritaria, entonces, con el objetivo de ser mejores padres y amigos de sus hijos, se van al otro extremo, el permisivo, sin ver los daños que también provocan en sus hijos”.

Los padres deben ser empáticos y estratégicos. Conocer los deseos de los hijos, ayudarlos y acompañarlos. Si los padres no están presentes, otros ocuparan ese lugar.

“Es crucial que los padres comprendan el papel de ser padre o madre y su importancia en la crianza de los hijos, ellos son los guías, proporcionan orientación emocional, educativa y moral, enseñan autorregulación, responsabilidad y respeto a los demás, en otras palabras, preparan a sus hijos para enfrentar desafíos y tomar decisiones a medida que crecen y se convierten en adultos independientes”.

“Luego de concienciarse acerca de su rol, es importante realizar cambios, como crear un ambiente donde sus hijos se sientan valorados y seguros emocionalmente, establecer disciplina que fomente el aprendizaje positivo, participar e involucrarse activamente en actividades, intereses, estar disponible para realizar apoyo emocional en momentos de estrés o malestar de sus hijos”.

“La paternidad y/o maternidad implican compromiso y responsabilidad”.

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Elegir al mejor

-Mal influencer: muestra una versión idealizada y superficial de la vida, puede mostrarse manipulador, promueve el materialismo y el consumismo, propaga información falsa, genera sentimientos negativos como perfeccionismo, obsesión, agresión a otros, frustración por lo que no tengo, envidia. Alienta a tomar malas decisiones con amigos, pareja. Es una persona inconsciente; no mide el impacto y la responsabilidad que tienen sus palabras en la audiencia y la comunidad.

-Buen influencer: te invita a pensar, reflexionar, brinda consejos constructivos, basados en la autenticidad, fomentando la empatía, igualdad y el respeto hacia los otros, ofrece información fiable y sobre todo tiene una repercusión positiva en las personas, brindando paz, claridad cuando lo escuchamos. Sus consejos son útiles y realistas, nos ayudan a crecer.

El influencer español Javier Clemente promoviendo el reciclaje y el cuidado ambiental a través de las redes.

Ser cuidadosos y selectivos

La profesional deja unos consejos para el orden de ideas y elecciones:

-Reflexión. Tomarse el tiempo para pensar sobre nuestros valores, motivaciones y sobre todo lo que nos hace sentir. Hacer un análisis racional sobre lo que deseo, podemos utilizar preguntas como: ¿qué repercusiones tiene eso en mí?, ¿adónde me lleva esto?, ¿me hace sentir bien o mal?, ¿qué tanto conozco de esta persona o esto que estoy viendo en redes?, ¿puede existir una persona sin problemas ni dificultades?, ¿suma o resta en mi vida?

-Selección. A partir de la reflexión, realizar la elección sobre a quién seguir o agregar en redes, a qué publicaciones poner me gusta o reaccionar.

-Eliminación: Identifica aquellos gustos o ideas que no te sirven o bien te hacen daño. Considera eliminarlos y no gastar tiempo y energía en ellos.

-Cultivar: Dedicar tiempo y energía a acciones y relaciones que promueven el bienestar y la felicidad, fomentar el autocuidado. Siempre recordar que la felicidad es de adentro para afuera.

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