Descubriendo los secretos y mitos de la miel de abeja

La licenciada en nutrición Cristina Ciresa y el doctor Carlos Santa María hablan en este artículo sobre todo lo que implica este superalimento, la miel de abeja.

La miel es reconocida por sus propiedades antibacterianas, siendo una fuente rica en antioxidantes y nutrientes esenciales.DPA
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La miel de abeja, ese dulce néctar de la naturaleza, ha sido objeto de controversia en tiempos recientes. Algunos la consideran un elixir milagroso y saludable, mientras que otros la utilizan como alternativa al azúcar y los edulcorantes artificiales, confiando en su origen natural y beneficios para la salud. Pero, ¿es realmente un alimento inocuo para el consumo diario de todos?.

La miel es reconocida por sus propiedades antibacterianas, siendo una fuente rica en antioxidantes y nutrientes esenciales. Además, actúa como un prebiótico natural, alivia la tos y el dolor de garganta y sirve como un endulzante natural en la cocina.

En resumen, la miel de abeja es un regalo de la naturaleza con una rica historia y una variedad de usos tanto en la cocina como en la medicina natural. A pesar de sus indudables beneficios, es crucial consumirla con conocimiento y moderación.

Valores nutricionales de la miel

Por cada 100 gramos, la miel contiene aproximadamente 82.4 g de carbohidratos, desglosados en:

  • 18% agua
  • 38% fructosa
  • 31% glucosa
  • 1% sacarosa

Esto suma un total de 304 kcal por cada 100 g, junto con pequeñas cantidades de proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos. A pesar de sus beneficios, la miel es esencialmente azúcar.

Recomendaciones de consumo

La dosis diaria recomendada de miel para adultos sanos es de 10 a 12 gramos, equivalente a una cucharada pequeña. Sin embargo, no es adecuada para todas las personas, especialmente en cantidades excesivas.

Restricciones de Consumo

  • Dietas hipocalóricas: Para aquellos que buscan perder peso, la miel puede ser contraproducente debido a su contenido calórico. Muchas veces se cree que por el hecho de ser natural y con propiedades beneficiosas, no engorda, no aporta calorías y es utilizada como reemplazo de los edulcorantes artificiales o inclusive del azúcar. Haciendo una comparación con el azúcar, podemos afirmar que aporta más calorías que la misma.
  • Pacientes diabéticos: La miel puede elevar los niveles de glucosa en sangre, lo que la hace inadecuada para diabéticos. Aunque la miel tiene un índice glucémico ligeramente más bajo que el azúcar refinado, sigue siendo alta en azúcares simples como la fructosa y la glucosa, que pueden elevar rápidamente los niveles de glucosa en sangre.
  • Bebés menores de 1 año: El riesgo de botulismo infantil hace que la miel sea insegura para este grupo de edad.
  • Personas con alergias: Aquellos con alergias al polen o a las abejas deben evitar la miel.

Comparación con otros endulzantes

Aunque la miel es un endulzante natural, la stevia (o ka’a he’e) es preferida en dietas hipocalóricas debido a su ausencia de calorías.

Una cucharada de azúcar aporta 49 kcal y 13 g de hidratos de carbono (HC), mientras que una de miel proporciona 68 kcal y 17 g de HC.

En resumen, la miel de abeja es un regalo de la naturaleza con una rica historia y una variedad de usos tanto en la cocina como en la medicina natural. A pesar de sus indudables beneficios, es crucial consumirla con conocimiento y moderación. La miel no es un alimento milagroso ni una panacea universal; es un endulzante que, como todos los demás, debe ser considerado dentro del contexto de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.

Recordemos que la clave está en la moderación. La miel puede ser una parte valiosa de nuestra dieta, siempre y cuando tengamos en cuenta nuestras necesidades nutricionales individuales y las recomendaciones en cada uno de los casos.

Tenemos la responsabilidad al seleccionar lo nuestra alimentación. Disfrutemos de la miel con sabiduría y responsabilidad.

El doctor Carlos Santa María y la licenciada en nutrición Cristina Ciresa.

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