¿Vista cansada? Estos ejercicios prácticos son para vos

Con los años, nuestros ojos van perdiendo su capacidad natural de enfoque, experimentan dificultades para ver con nitidez los objetos cercanos y sufren sensaciones y molestias que provocan fatiga visual. Practicar unos sencillos ejercicios oculares, ayuda a descansar la vista y mejorar la visión, según algunos expertos.

Hombre se quita las gafas y masajea su entrecejo. Foto: General Óptica. Ricardo Segura
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La presbicia se debe a un proceso de envejecimiento natural del ojo que se manifiesta generalmente a partir de los 40-45 años, reduciendo la elasticidad y capacidad de acomodación del cristalino y provocando dificultades para ver de cerca con nitidez, explican desde la Clínica Universidad de Navarra.

La presbicia no se puede prevenir ni curar pero puede corregirse en distintas medidas, por medio de gafas, lentes de contacto o métodos quirúrgicos, que ayudan a paliar la dificultad del enfoque, según el Centro de Oftalmología Barraquer.

Los síntomas de la vista cansada pueden aliviarse realizando regularmente unos ejercicios clave para descansar y fortalecer los ojos, que deben practicarse manteniendo una buena postura corporal y sincronizando la respiración con dichos ejercicios, propone el equipo de especialista de General Optica.

La presbicia o vista cansada es una alteración ocular que se debe a la pérdida de elasticidad del cristalino, la lente natural del ojo que permite enfocar los objetos a diferentes distancias, en lo que se conoce como la acomodación, explican desde el centro de oftalmología Barraquer.

Esta disminución de la capacidad de acomodación del cristalino, que con el paso de los años pierde progresivamente su elasticidad y se vuelve más rígido, por lo tanto menos flexible, provoca dificultades para ver de cerca con nitidez, según el Departamento de Oftalmología de la Universidad de Navarra.

La persona con presbicia tiene dificultad para enfocar los objetos cercanos y necesita alejarlos para verlos mejor; percibe que el texto “baila” y las letras son borrosas, sufre dolor de cabeza al fijar la vista de cerca durante un lapso prolongado y siente que sus ojos enrojecen, se secan, escuecen, lagrimean y tienen ‘arenilla’ al utilizar mucho la visión cercana, según Barraquer.

Cuando uno comienza a notar este conjunto estos síntomas, que conllevan fatiga visual, es imprescindible visitar a un profesional de salud visual, como el óptico o el oftalmólogo, quien determinará si se sufre presbicia mediante un examen de diagnóstico y buscará una solución personalizada a este problema, recomiendan los especialistas de General Óptica (GO).

“La presbicia es una condición natural. Y aunque no se puede prevenir, existen ejercicios muy eficaces para tener una buena higiene ocular y mantener a raya la fatiga visual”, explica a EFE José Ramón García Baena, óptico-optometrista a cargo de los Servicios de Salud Visual de General Óptica de España.

La presbicia puede provocar dolor de cabeza. Foto: General Óptica.

García Baena describe a continuación algunos ejercicios para aliviar los síntomas de la presbicia, que recomienda realizar adoptando una buena postura corporal (hombros alejados de las orejas, cabeza recta, cuello relajado y mandíbula paralela al suelo) y siendo consciente de la respiración para sincronizarla con esos ejercicios, para así potenciar sus efectos.

Gimnasia suave para la vista

Masajear los párpados. Con las manos bien lavadas y tras calentarlas frotándolas entre sí, hay que cerrar los ojos y realizar movimientos ligeros y circulares con los dedos anulares o medios.

Presionar con suavidad. Algunas personas encuentran alivio adicional presionando suavemente la esquina interna del ojo cerca de la nariz durante unos segundos y repitiendo el proceso con la esquina externa del ojo.

Girar los ojos. Con los párpados cerrados, mover los ojos girándolos en el sentido de las agujas del reloj, diez veces. Después, se repetirá el giro, pero en sentido contrario.

Parpadear a diferentes ritmos. Durante dos minutos, hay que parpadear lentamente, abriendo y cerrando los ojos cada diez segundos. A continuación, hay que realizar un parpadeo rápido cada dos segundos.

Enfocar la mirada de lejos y de cerca, alternadamente. Foto: General Óptica.

Mirar en zigzag. Para este ejercicio, “coloca un bolígrafo frente a ti, y muévelo dibujando una línea en zigzag horizontal de derecha a izquierda, mientras sigues sus movimientos con la mirada”, explica García Baena.

Dibujar un 8 con la vista. Imaginando que en una pared situada a menos de dos metros hay dibujado un ocho y con la cabeza inmóvil, hay que mover los ojos lentamente dibujando ese número con la mirada, primero en un sentido y después en el contrario, repitiendo el ejercicio varias veces, durante 3 a 5 minutos.

Bizquear. Para ejercitar los músculos oblicuos, hay que ponerse bizco, mirándose la punta de la nariz, moviendo después los ojos hacia el entrecejo y repitiendo este ejercicio al menos 10 veces, para poder relajar la zona ocular, según General Óptica.

Enfocar a distintas distancias. Para enfocar de cerca y de lejos, hay que mirar primero a un objeto próximo durante unos segundos, y después, cambiar lentamente el enfoque hacia un punto más lejano, realizando este ejercicio preferiblemente al aire libre y repitiéndolo hasta completar diez ciclos.

Adoptar una postura correcta en el trabajo fomenta el descanso visual. Foto: General Óptica.

Hacer círculos con los ojos. Imaginando un reloj situado en una pared cercana, hay que mover los ojos hacia las 12 y las 6 en punto, y después desde las 9 a las 3 en punto, tras lo cual hay que efectuar movimientos circulares completos, primero en el sentido de las agujas del reloj y luego en sentido inverso, ejercitándose de este modo durante 3 a 5 minutos.

Apoyar las manos en los ojos. Cuando se notan los ojos cansados, secos o irritados, hay que frotar las manos limpias para calentarlas y después apoyar las palmas sobre los ojos cerrados, sin presionarlos, respirando en esta posición tres veces profundamente y repitiendo el ejercicio varias veces al día.

Relajar la vista. Con los ojos cerrados, colocar las manos delante en forma de cuenco, pero sin llegar a tocarlos. Después abrir los ojos y mirar en la oscuridad durante treinta segundos.

Ricardo Segura para EFE Reportajes.

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