Vacaciones en familia, el desafío del descanso

Es época de vacaciones y todo el mundo quiere salir de la rutina. Los que pueden, viajan y los que no se las ingenian para divertirse en familia, con amigos o simplemente dormir. Sin embargo, en ambas opciones, ¿las vacaciones son realmente relajantes? Imprevistos, planes fallidos, desencuentros, ¿cómo llevar el timón en estos días especiales?

Tiempo de vacaciones. Todo listo para partir con la familia completa.
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Mucha gente ya está vacacionando en playas extranjeras o haciendo turismo interno. En nuestra cultura se elige mayormente pasar las vacaciones en familia. La Lic. Mary Luz Achucarro, psicóloga clínica, logoterapeuta, dice: “Las vacaciones familiares son necesarias para un mejor manejo de las emociones, el trascender de cada uno de los integrantes, las expectativas y proyectos, hay propósitos para el futuro familiar. De lo que vivimos en vacaciones, debemos aprender a rescatar lo bueno y analizar las malas experiencias. En familia se respeta la opinión del otro, así como el tiempo de cada uno.

Muy necesario una buena organización para pasarlo bien, pero si pasa algo –un imprevisto- estar preparados para afrontar la situación y que eso no rompa relaciones familiares o de pareja. Las vacaciones ideales en familia sí existen cuando los objetivos están claros, los deseos son compartidos y hay buena comunicación, la cual, si se dificulta, puede estar orientada por un/a profesional de salud mental”

La Lic. Mary Luz Achucarro, psicóloga.

-Por lo general, pensamos en las vacaciones como unos días diferentes, primordialmente de descanso. No obstante, muchos son los que regresan sin sentir que las aprovecharon.

Para unas buenas vacaciones en pareja, en familia, primero hay que analizar el factor económico de cada uno. Debemos ser sinceros con los deseos y el presupuesto. Con esto definido, vamos al segundo consejo que es saber elegir el lugar de destino (si viajan con niños, pensar en lugares seguros para su diversión)

Tercero, dejar todas las cuentas pagadas, para no tener sorpresas de último aviso o cortes del servicio al volver, de esa manera estaremos tranquilos disfrutando las vacaciones que nos hemos propuesto. Cuarto, para asegurar unos días bien aprovechados, no estar pegados a las redes, hoy en día está muy de moda no solo postear selfies a cada momento y estar pendientes del qué dirán, sino querer mostrar hasta lo que no tenemos.

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-¿Es buena idea sumar a parientes (suegros, tíos, madrina, primos, etc.) a nuestras vacaciones?

Depende del tipo de relación que se tenga con ellos, tanto si son parientes de sangre como políticos. No son pocos los casos en que los días que debieron disfrutarse acaban llenos de desacuerdos, quiebres familiares, peleas de pareja por causa de terceros, etc.

Por este motivo, si no nos sentimos seguros de poder salvar situaciones así, es importante acudir previamente a un terapeuta familiar y comunicar nuestras inquietudes o molestias, con 2 o 3 sesiones ya es suficiente para evitar futuros inconvenientes.

Irse de vacaciones en familia más otros parientes puede resultar un éxito como una frustración, depende de la relación que tengan. Siempre es mejor planificar todo lo más detalladamente posible.

-También hoy en día, por el tema económico, muchas familias planifican viajar con otras aunque no sean amigas entre sí.

No está mal, si se ponen de acuerdo con meses de antelación sobre las posibilidades económicas de cada familia y así manejarse sobre datos precisos.

Respecto a la convivencia (por ejemplo, al compartir una casa alquilada o durante el viaje) hay que saber que además vamos a compartir sus comentarios, opiniones, emociones, carácter, personalidades, y saber que, en muchas personas, se pueden dar fácilmente cambios de humor.

-Otro tema a resolver: niños pequeños, ¿sí o no?

Una señora contaba en un post que se fue de vacaciones sin sus niños pequeños de vacaciones y la fulminaron con comentarios, no cayó muy bien. Hay mayoría de parejas que la pasan muy bien con sus niños y jamás los dejarían; es mi opinión como madre y profesional, no podría disfrutar las vacaciones con mis hijos lejos, me preocuparía todo el tiempo.

Cuando son muy pequeños o bebés debemos ser cuidadosos respecto a excursiones donde puede haber mucha gente y mucho ruido; y muy importante que la persona encargada, sea su madre, padre o niñera esté atento 100% al menor.

Viajar con niños significa otra manera de estar y disfrutar el tiempo de descanso. Aunque la modernidad nos trae parejas con hijos que viajan solitos papá y mamá, en nuestra cultura todavía se prefiere vacacionar todos juntos.

-Supongo que de alguna manera se nos nota en la cara, en el cuerpo si estamos felices ahí mismo, donde estemos vacacionando; de igual manera, podemos reflejar lo contrario, decepción o ganas de regresar antes de lo planeado.

No es difícil estar bien si el objetivo es descansar y compartir lo mismo con otra persona. Los problemas los llevamos en la mente. Cuando no logramos relajarnos, no conseguimos desconectarnos nos hace falta una limpieza mental.

Hoy en día hay muchas ofertas de consultas en forma virtual además de presencial a nivel privado y público. ¿Cómo soltar los problemas? pues canalizándolos, gestionándolos, negociándolos. Hay métodos para pasarla bien sin estresarse, sin peleas con los demás como la técnica de respiración, manejos de ira y autocontrol.

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-Antes llevarse libros buenos para leer era una obligación.

Los tiempos cambiaron, hoy se usa el celular, pero siempre es importante saber que hay que priorizar la compañía de nuestros seres queridos o, en viaje, por qué no, abrirnos a personas nuevas, siempre hay temas interesantes para conectarnos y aprender.

Aunque los tiempos cambiaron y se prefiere el celular (y las selfies), el libro tradicional continúa siendo un excelente compañero para el periodo de descanso.

Renovarnos a pura naturaleza

“Mi sugerencia profesional siempre apunta a que elijan lugares donde haya poca gente y abundante naturaleza, así incluso se puede ahorrar gastos (por Ej. de hotel, pues se puede acampar, o se puede ir a visitar a familiares que viven en el interior), estar en contacto con la naturaleza da más sanidad física, emocional y espiritual.

El aire fresco, el agua del arroyo o del río, la arena y árboles sirven para darnos un ambiente propicio para analizar todo lo que vivimos durante el año viejo y poder soltar lo que nos afecta; en logoterapia lo llamo “trascender espiritual”.

Optar por lugares que vayan con lo que buscamos y necesitamos, y no dejarnos manipular por personas que no buscan lo mismo”, aconseja la profesional.

Pasar las vacaciones haciendo turismo interno es tan válido como viajar fuera. Paraguay todavía tiene arroyos paradisíacos como éste en Horqueta.

-¿Cómo solucionar una pelea con nuestra pareja si sucede y estamos lejos de todo/s?

Tener siempre a mano el número de una persona de confianza o profesional de la salud mental para intermediar en este tipo de conflictos.

-Muchas parejas viajan para reconciliarse o salvar su relación

En mi experiencia profesional con la terapia familiar y de parejas, las vacaciones no son para salvar nada, ni una pelea, ni desacuerdos familiares, ni matrimoniales.

Hay conflictos en los matrimonios que no se solucionan con unos días, puede parecer que sí, pero al volver empeorará. Estos “arreglos” también afectan a los hijos porque los alimentan de falsas esperanzas.

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Una frase

Albert Camus decía que las vacaciones son uno de los periodos de los que más disfrutamos a lo largo del año y que mayor riqueza personal nos aporta. En ellas decidimos, exploramos a través de actividades mucho más que lo que hacemos durante el resto del año ya sea a nivel familiar o laboral” (Lic. Achucarro)

Otro enfoque: los que se quedan en casita

-Algún consejo para los que no se van de vacaciones, pero quieren sentirlo.

Hacer un día especial en la casa, salir al patio, poner música, acampar en su propio patio. Buscar juegos en familia/amigos que alegren el alma, la mente (hay muchos en internet), hacer comidas ricas con la familia, hacer videollamadas a seres queridos. Inculcar a los hijos visitar a los abuelos, darles cariño y aprovechar para conversar con ellos sobre sus vidas, su historia.

Por diversas razones también hay gente que prefiere no viajar a ningún lado. Arreglando nuestro espacio con amor y dedicación para el relax, no tenemos nada que envidiar a otros veraneantes. Dice el escritor Chris Geiger: "Con el tiempo, todos los viajes terminan en el mismo lugar; en casa"

-¿Cómo influyen en nuestra vida de nuevo año las experiencias de viaje?

De muchas maneras, el aquí y el ahora después de unas vacaciones deseadas renuevan el alma, nos enseñan a seguir haciendo nuevos proyectos, fijarnos nuevos objetivos. Pero sobre todo en las vacaciones en familia sembramos recuerdos que perdurarán toda la vida.

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