Los Centros de día nacen en Europa en los años 80 como programas experimentales para las personas adultas mayores, muy basados en el reconocimiento del derecho de las mismas a llevar una vida sana, activa y digna hasta el final de sus días.
Estos Centros no son solamente recreativos, sino que en ellos trabaja un gran equipo de profesionales como médicos, licenciados en gerontología, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, trabajadores y educadores, sociales, etc. y, como dice su nombre, son para el día, es decir, las personas no se internan y allí pueden aprender como reaprender lo que han olvidado.
La Dra. Paola Gómez Buongermini, médico especialista en Geriatría, nos ayuda dándonos un pantallazo sobre este tema: “Los Centros de atención diurna surgen como respuesta a una necesidad humana básica de promover un envejecimiento saludable, mediante recursos básicos variados
como los ejercicios físicos, terapias de estimulación cognitiva, terapia ocupacional y, no menos trascendente, la interacción social en una etapa de la vida en que muchas personas viven solas, no realizan actividades laborales ni lúdicas” señala la profesional.
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Atención afectiva-efectiva
La Dra. Gómez Buongermini subraya que cada día se cuenta con más evidencias de que mantenerse activos retrasa el envejecimiento, tanto física como mentalmente.
-Siempre relacionamos la ancianidad con todo tipo de dolores y enfermedades
Realmente en la mayoría de los casos de los usuarios de un Centro de día presentan enfermedades crónicas, dolor, sarcopenia (pérdida de masa muscular y fuerza) y no hay que olvidar la alta prevalencia de trastornos afectivos como la depresión, muchas veces a consecuencia de la falta de actividad.
-¿Qué precisa cumplir un Centro de día para ser considerado completo, una opción efectiva?
Deben realizarse actividades variadas guiadas por profesionales, como la terapia ocupacional, estimulación cognitiva, ejercicios grupales y tiempo para relacionamiento social; se puede aprovechar un momento de descanso, por ejemplo, disfrutando un buen desayuno, escuchando música o sobre todo conociendo la historia de vida de cada uno.
-¿Cuál es la diferencia con residencias, hogares, asilos? Ellos también dicen ofrecer atención al 100%
Las residencias geriátricas antes eran más conocidos como asilos. En este nivel asistencial de la gerontología los usuarios viven las 24 horas, aunque no muchos centros residenciales cuentan con la infraestructura o el personal capacitado para la realización de actividades que estimulen física y mentalmente al adulto mayor. Esto puede deberse también a que el perfil del adulto funcional y mentalmente hablando es muy diferente en la mayoría de los casos.
La ventaja de los Centros de día es que la persona vuelve a su casa ya sea al mediodía o de tarde, no se la separa del todo de su entorno. Sin generalizar, en una residencia generalmente se pueden encontrar personas con mayor deterioro cognitivo y físico, muchas veces ya en la cama casi las 24 horas.
En un Centro de día es diferente, porque van aquellas personas con y sin deterioro cognitivo y otras enfermedades crónicas, por lo que se realizan actividades grupales y también individualizadas.
-¿Existe un perfil requerido para entrar a un Centro?
No se precisa mucho. En caso de que el horario coincida con la toma de algún medicamento es imprescindible que lo lleve consigo. Nada más deben llevar ropa cómoda para poder realizar ejercicios. Obviamente no acudir si se presenta fiebre o algún otro síntoma que nos indique que pueda haber una infección aguda.
Los beneficios particulares y para la población en general es que la asistencia a un Centro de día son los controles de enfermería, médicos y especialistas, sobre todo estimulación cognitiva (de la memoria, que es una de las causas más frecuentes de consulta del adulto mayor), se puede detectar y tratar de forma precoz y, en caso de enfermedades crónicas, se lleva un mejor monitoreo.
-¿Cree que esta atención (aún siendo mayormente privada) da soporte al sistema de salud pública?
Bueno, toda esta atención tendría, sin dudas, un impacto positivo en el sistema de salud, descongestionando niveles asistenciales como urgencias, consultorios e incluso reduciendo internaciones.
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-¿Y el costo de la atención es muy alto?
En cada país la cobertura de la asistencia a Centro diurno es diferente. También varían las horas en que acuden los usuarios. Por supuesto, existen centros privados y el acceso a ellos ya dependería de las posibilidades de cada familia. El costo es elevado si se organizan terapias, controles, si se tiene en cuenta los materiales y los alimentos, por ejemplo. Pero vale totalmente la pena porque el beneficio que se busca obtener es a largo plazo.
-¿Cómo sería un día normal para un anciano/a en un Centro?
Para una persona con deterioro cognitivo debería ser la realización de terapias adecuadas al estadio del deterioro que presenta, en general no hay problemas de convivencia y en el caso de que aparezcan, por decir, trastornos de conducta, se buscan los medios para controlarlos (música, pintura, caminatas, etc)
Es muy importante aclarar que se lleva un registro de los usuarios, nunca se administra una medicación fuera de su esquema y si surge una urgencia se comunica a la familia en primer lugar.
-¿Cuándo se notan los cambios positivos?
Se nota un cambio a corto, mediano y largo plazo en la persona. Muchas enfermedades producen malestar y no cuentan con un tratamiento curativo, pero se puede y se debe mejorar la calidad de vida. Y el beneficio del relacionamiento social y afectivo es significativo.
-Darles todos los cuidados en casa a nuestros padres ancianos o abuelos, ¿equivale a la atención profesional?
Hay una gran diferencia, pues la mayoría de los adultos mayores viven solos con sus cuidadores o algún familiar, generalmente cuesta encontrar tiempo y recursos para realizar todas las terapias en el domicilio.
Justamente otro beneficio de que un adulto mayor acuda semanalmente a un centro, brinda un respiro para evitar llegar al agotamiento de las personas encargadas de sus cuidados, lo que conocemos como síndrome del cuidador.
La asistencia debe ser voluntaria, aunque en muchas ocasiones se niegan después de acudir un par de veces y encontrarse un ambiente agradable con otras personas de su edad ya disfrutan esa experiencia.
Visión personal de una profesional
En su formación como médica la Dra. Paola Gómez B. ha estudiado y viajado por distintos países. Así extraemos algunos de sus comentarios respecto a los Centros de día:
“El Centro de día modelo lo conocí en Alemania, tenía 3 pisos y todo tipo de terapias, incluso de conducción de vehículos, muchas personas con problemas cognitivos o de vista u oído siguen manejando. Se les renueva su licencia de conducir, así que imagínate el nivel de eficacia de estos Centros. Al contrario, el Centro que estaba en el hospital donde yo trabajaba, en Madrid, funcionaba bien pero no era óptimo”
-¿Qué opina sobre los Centros que tenemos en Paraguay?
Acá en Paraguay me invitaron a conocer Taita, y es el Centro al que veo más salvable. No pude conocerlo a profundidad por motivos de la pandemia.
Después vi otros centros geriátricos, uno en especial recuerdo que daba atención médica por covid, pero no tenían tanques de oxígeno suficiente y le sacaban a un anciano para ponerle a otro…nada que ver, todo eso hay que poder cubrir. En cuanto a la estimulación la mayoría son deficientes, te hablo de costura, jardinería, pintura, etc.
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-Como en todo es difícil formar un buen equipo, tener un plan efectivo.
Hay lugares que ni a tu peor enemigo vas a querer mandar: oscuros, todas las personas ancianas sentadas en ronda, sin masa muscular, un ambiente muy deprimente. La cruda realidad es que muchos ven las residencias geriátricas como un negocio, pero en compensación también hay gente que se esfuerza por mejorar cada día, es el caso de las residencias Alto Aposento y Brisas de Asunción, son lugares bien acogedores y están muy bien preparados.
Pero, más allá de todo, hay que entender que la geriatría es una especialidad nueva en el mundo. Hay un gran desconocimiento, incluso de colegas. Hay que diferenciar que no todos los adultos mayores son pacientes geriátricos, no los catalogamos solamente por la edad.
-Los mismos hospitales podrían trabajar con Centros de día.
Hacer un Centro dentro de un hospital geriátrico es lo más simple del mundo, solo hay que poner a dos terapeutas, organizar grupos que no sean tan grandes para que la atención sea personalizada en lo posible, aunque sin menospreciar el estar en grupo que tiene sus beneficios también.
-Me comentaba fuera de micrófono que tenía un Centro que cerró por la pandemia.
Sí, con la Lic. Poli Santos, fisioterapeuta y kinesióloga, y nos iba muy bien. Cerramos en pandemia, pero seguimos hasta hoy día atendiendo de manera particular. No obstante, estamos pensando reabrir nuestro Centro en febrero, porque nos piden mucho. Estamos viendo, hay que tener todas las medidas de seguridad, cada vez más para resguardar a los mayores. Habrá novedades.