“No hay duda de que el exceso de tejido adiposo en nuestro cuerpo interfiere con cientos de funciones corporales diferentes. En lo que se refiere a este tema, el tejido graso tiene efectos directos e indirectos sobre las hormonas sexuales, como los niveles de estrógeno y testosterona y su interacción adecuada”, explica la nutricionista Carolina Sosky, especializada en diversas áreas como en trastornos de la alimentación, inmunonutrición, nutrición deportiva y nutrición infantil.
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Afirma Sosky que un porcentaje de grasa corporal saludable para las mujeres debe ser inferior al 30 % y para los hombres inferior al 20 %.
La nutricionista especializada en diversos habla de algunos consejos a tener en cuenta:
Dormir más
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La falta de sueño se ha relacionado con la disfunción eréctil y los problemas de respuesta sexual femenina. Al igual que con los métodos de reducción del estrés, las hormonas beneficiosas se liberan durante el sueño. Si el sueño se ve interrumpido por la apnea, el estrés, medicación, etc., se ve afectada la química cerebral y el estado de ánimo. Descansar lo suficiente puede ayudar a aumentar la libido y mejorar tu vida sexual.
Limitar el consumo de alcohol
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El vino tinto y otras bebidas alcohólicas tomadas con moderación pueden tener algunos beneficios. Beber puede ser liberador, y algunas bebidas alcohólicas (como el vino tinto) contienen flavonoides, que pueden ayudar a proteger contra ciertas enfermedades, como enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Pero en exceso, el alcohol es depresor y puede exacerbar la ansiedad. Es importante mantener el consumo de alcohol en un nivel moderado. Esto significa una bebida al día para mujeres, dos para hombres.