Y es que, según advierte la revista “top eins” del Seguro Legal Alemán de Accidentes (DGUV, por sus siglas en alemán), quien permanezca mucho tiempo sentado correrá un riesgo mucho mayor de padecer enfermedades.
Una posición estática en el escritorio, por ejemplo, puede provocar numerosas dolencias musculares y óseas, como tensión y dolores de espalda, cuello y cabeza.
Pero esto ya puede ser contrarrestado durante la jornada laboral. Por ejemplo, dando un paseo durante la pausa para comer, subiendo por las escaleras en lugar de tomar el ascensor para ir a la oficina y levantándose regularmente del escritorio durante las horas de trabajo.
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Una buena oportunidad es visitar en persona al equipo de la oficina de al lado en lugar de escribir correos electrónicos o llamar por teléfono.
Cambiar de postura y hacer pequeños ejercicios
Además, hay que integrar en la rutina laboral al menos dos cambios de postura por hora, e idealmente cuatro, indica el artículo. Un consejo para no olvidarlos es fijar recordatorios en la agenda electrónica.
También pueden cumplirse pequeños ejercicios directamente en el escritorio, por ejemplo para la zona lumbar.
Uno de ellos consiste en cruzar la pierna derecha sobre la izquierda y agarrar la rodilla con la mano izquierda.
Tire de la rodilla hacia el cuerpo, mientras se gira suavemente el hombro derecho hacia atrás hasta que se sienta el estiramiento en el muslo y la espalda. Esta posición debe ser mantenida durante 30 segundos, luego cambiar de lado y repetir el ejercicio tres veces alternadamente.
Para sacar el cuerpo de la postura rígida en la silla, también puede ser útil una estación de trabajo apta para estar tanto de pie como sentado con altura regulable.
Según la federación germana de servicios de inspección técnica TÜV, se encontrará la altura adecuada para trabajar de pie si se mantiene una posición erguida, dejando suelta la parte superior de los brazos y formando con los antebrazos un ángulo lo más recto posible, de modo que queden nivelados con el tablero de la mesa.