Fonoaudiología infantil: “¿Por qué mi hijo no habla bien?”

Para todos los padres escuchar la primera palabra de su bebé es un momento inolvidable. Lo ideal es estar a su lado durante todo el inicio del aprendizaje verbal. El niño debe llegar a la etapa escolar sabiendo hablar correctamente, eso marcará su formación y desarrollo integral de por vida.

Trastornos en el habla, los padres deben saber cuándo buscar orientación profesional
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Dicen los entendidos que el niño que aún no nace, a los 6, 7 meses ya escucha desde el vientre de su madre, por eso se le canta, habla y se lo acaricia. El recién nacido “habla” (vocaliza) a través del llanto, grititos y soniditos; a los 4 meses comienza el balbuceo; a los 6 hace sus primeras uniones de sílabas, a los 12 meses comprende el significado de las palabras y comienza a practicar para decirnos lo que quiere. No obstante, hasta los 3 años puede ser que solo la mamá y/o el papá comprendan su lenguaje.

El habla evoluciona a medida que el niño va creciendo, cada nueva expresión es para los padres una experiencia emotiva y motivadora.

Es importante señalar que cada niño tiene su ritmo.

Todos los niños, a medida que van creciendo, atraviesan desafíos con ciertas letras o palabras complejas para ellos. Aunque para los adultos suena gracioso o tierno que un niño pronuncie mal, puede ser un problema por el que haya que preocupase. “Como padres debemos reconocer que existen señales de alarma, un claro ejemplo es cuando notamos que a nuestros hijos les cuesta comunicarse, ya sea con gestos o palabras”, dice la Lic. en Fonoaudiología Lorena Espínola.

“Es algo normal caer en tediosas comparaciones: ¿por qué mi hijo de 2 años casi no habla y mi sobrino de la misma edad habla mucho más que él? Esto es lo que me plantean mucho en el consultorio. Debo aclarar que usar gestos también es una forma de comunicación, con lo cual el niño puede sentirse más seguro, pero hemos ser conscientes que debemos empezar a estimular el lenguaje verbal”.

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-¿Existen parámetros del lenguaje y habla?

Tenemos los hitos de desarrollo del lenguaje, donde se puede observar en qué mes aproximado nuestro peque debe adquirir estas habilidades, por ejemplo, cuántas palabras esperamos:

-12 meses: 5 a 10 palabras

-18 meses: 20 palabras

-24 meses: 50 palabras

-3 años: 250 palabras

-4 años: 1.000 a 2.000 palabras

Cada niño tiene su propio desarrollo, muchos niños practican su habla jugando -aparte de con mamá y papá-, con sus hermanos mayores o con otros niños.

-¿Cómo afecta al niño el que no se lo corrija? Sin caer en esas comparaciones tediosas que mencionaba, hay diferencias muy notorias al comenzar la escuela.

Al igual que con otras habilidades e hitos evolutivos, la edad a la que los niños aprenden el lenguaje y empiezan a hablar puede variar, es en este momento donde debemos corregir la manera de hablar con nuestros hijos. Por ejemplo, les enseñamos la palabra “comida”, pero no dejamos de usar “ammm” o “ñam ñam” como reforzador de sonido. Lo mismo con la palabra perro, se la enseñamos, pero reforzamos el sonido onomatopéyico “guau guau”.

Normalmente llegan con estas dificultades desde el jardín, donde los maestros notan las dificultades de cada niño, por lo cual, orientan a los padres para acudir a un profesional en el área del lenguaje.

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Los fonoaudiólogos utilizan diversos ejercicios como soplar bolitas de papel, pronunciar las letras, articular frases, ejercicios con la lengua, jugar con las sílabas, entre muchos otros.

-¿Cuándo hay que acudir a un especialista?

Los padres deben acudir a consulta al tener estas señales de alarma si demuestra un desempeño verbal pobre. Es natural que los padres se pregunten si requiere de ayuda de especialistas o simplemente deben darle más tiempo para que madure en ese aspecto.

Entonces buscar orientación:

-Si a los 2 años de edad dice muy pocas palabras o casi no las combina.

-Si el niño habla muy poco y/o no se le entiende.

-Si tiene dificultad para formar frases.

-Si tenemos la impresión de que no entiende cuando le pedimos que haga algo.

-Si vemos que no intenta comunicarse y no establece contacto visual.

-Si tenemos dudas sobre la interacción que el menor tiene con otras personas y con sus pares.

-Si a los 5 años aún no dice la r / rr, o en el caso de los niños menores que aún no pronunciaran bien alguna letra.

-Si está presentando dificultades para hablar fluidamente porque se bloquea y sospechamos que tiene tartamudez.

-Cuando lleva mucho tiempo disfónico, sin asociarlo a resfrío

-Si sesea (decir la “s” con la lengua entre los dientes, como si fuera una “z”).

-Muchos padres, aún en casos muy notorios, rechazan que sus hijos tengan algún problema; lo dejan pasar y empeora.

Comúnmente los padres esperan que el niño llegue al jardín y prescolar para hablar bien. Pero a veces eso no sucede, la escuela ayuda muchísimo en su interacción social, a fortalecer vínculos con sus pares, pero si el niño está teniendo otro tipo de patología debe consultar con un profesional.

Uno de los fonemas que más les cuesta es la r/rr, pero normalmente se consolida a los 5 años aproximadamente, es decir, antes de los 6. A los 3 años los niños tienen que tener consolidadas 450 palabras y utilizan frases sencillas y cortas.

-¿Cómo se llega a un diagnóstico profesional?

Se determina un diagnóstico a través de una evaluación en donde se aplican pruebas objetivas más observaciones clínicas. Normalmente en los diagnósticos participan psicólogos, neurólogos, fonoaudiólogos dependiendo de las características o dificultades que pueda presentar el niño.

Hay letras que son todo un desafío para los niños. La r-rr es una de ellas y se logra pronunciar correctamente cerca de los 6 años.

-¿Cuáles son los casos más consultados y cómo se tratan?

En la mayoría de los casos, de los que llegan a mi consultorio, presentan dificultad para pronunciar las palabras, trastornos de los sonidos del habla. Trastornos del espectro autista a veces se confunden mucho con trastorno en el desarrollo del lenguaje; esta confusión se da porque como los niños de aproximadamente 2 a 3 años no tienen tantas herramientas comunicativas, entonces no socializan tanto.

Es importante realizar una evaluación con un equipo multidisciplinario, participan los neurólogos y psicólogos, donde aplican test estandarizados para poder determinar un diagnóstico.

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-¿Qué puede ocurrir con el niño que no es tratado? ¿puede prolongar su dificultad hasta adulto?

Depende de la patología del niño. Existen patrones de desarrollo que debemos de tener en cuenta para saber si existe o no algún retraso. Cuanto más temprano se inicie el proceso de estimulación del lenguaje, habrá mayor aprovechamiento de la plasticidad neuronal del niño y, por ende, un mejor pronóstico, también debemos tener en cuenta el costo que implica realizar los tratamientos y más si el niño requiere de más consultas en la semana, todo depende del tipo de dificultades que se presente en cada niño.

Claro que puede prolongarse hasta adulto, normalmente las dificultades del lenguaje deben tratarse lo antes posible para poder llevar una vida típicamente normal.

-¿Cree que hoy los padres dan más importancia a la consulta profesional?

Por suerte, hoy en día los padres dan importancia a las consultas. Se dejó de lado los tabúes que existían en torno a la fonoaudiología, hoy es más conocida y son conscientes de los trastornos que pueden presentar sus hijos, saben que es una realidad y que puede presentarse en cualquier familia.

“Por mi hija descubrí mi vocación profesional”

Para la Lic. Lorena Espínola (31), el caso más importante de todos los que vivió, fue el de su hija Tiana Valentina, “a los 5 años ella no hablaba mucho, no socializaba, no entendía lo que le decía, fue en ese momento que como madre me preocupé, y mucho más escuchando los tabúes de la sociedad que me decía ‘no te preocupes, en la escuela va a hablar’ “, relata.

La fonoaudióloga Lorena Espínola con su hija Tiana Valentina.

“Carente de conocimiento, yo ignoraba la realidad. Como mamá gallina fui buscando respuestas, acudí en busca de ayuda. Desde investigar por internet, preguntar a su pediatra y a otras personas, hasta que alguien me recomendó consultar con una fonoaudióloga”

“No sabía ni qué era esa especialidad, pero en ese momento fue una opción para que mi hija mejore y no la iba a dejar pasar. Fue así como conocí a la fonoaudióloga Jenni Casamada, quien me guió y me animó a estudiar esta noble carrera. Me recibí en la Universidad Autónoma de Asunción

“Mi hija hoy tiene 10 años, está diagnosticada con hipoacusia sensorioneural moderada, ella utiliza aparatos auditivos, mi hija no escuchaba bien, por ende, no hablaba, ni socializaba con sus pares”

“Gracias al apoyo de mi familia, hasta hoy día seguimos realizando las terapias correspondientes. Por eso es muy importante que los niños se realicen estudios auditivos. En ese momento, hace 10 años atrás, no pude dimensionar la importancia de esos estudios correspondientes. Hoy día es lo primero que les pido a los padres”, finaliza la profesional.

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