La prevención de la obesidad infantil es esencial para mantener una buena salud a largo plazo. Según un informe del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) el 34% de los niños sufren sobrepeso u obesidad. Para prevenir esta enfermedad te dejamos algunas medidas sencillas a implementar.
Importancia de la alimentación saludable
La alimentación saludable es clave para prevenir la obesidad infantil. Los padres y cuidadores deben fomentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa. Los alimentos procesados y las bebidas azucaradas deben limitarse o eliminarse por completo de la dieta de los niños.
Actividad física regular
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para la obesidad infantil. Por lo tanto, es importante animar a los niños a hacer ejercicio todos los días. Puede ser tan sencillo como caminar, andar en bicicleta o jugar al aire libre. Se recomienda que los niños realicen al menos una hora de actividad física moderada a vigorosa cada día.
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Establecer horarios de alimentación y porciones adecuadas
Es importante establecer horarios regulares de alimentación en los niños. Limitar los bocadillos no saludables entre las comidas y enseñar a los niños a comer porciones adecuadas son medidas clave en la prevención de la obesidad. Los padres y cuidadores pueden utilizar el tamaño de la porción de la mano del niño como una guía aproximada.
Reducción del tiempo en pantalla
El tiempo de pantalla, incluyendo la televisión, los videojuegos y el uso de dispositivos móviles, está relacionado con un mayor riesgo de obesidad en los niños. Se recomienda limitar el tiempo de pantalla a no más de dos horas al día y fomentar actividades físicas y recreativas alternativas.
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Ejemplo de comportamiento saludable
Los padres y cuidadores tienen un papel clave en la prevención de la obesidad infantil. Establecer un ejemplo de comportamiento saludable, incluyendo una dieta saludable y actividad física regular, es fundamental para fomentar hábitos saludables en los niños.
Enfermedades derivadas de la obesidad infantil
La obesidad infantil es un problema grave en la sociedad actual, ya que puede ser la causa de diversas enfermedades que pueden afectar la salud de los niños y su calidad de vida en el futuro. Entre las enfermedades más comunes derivadas de la obesidad infantil están:
Diabetes Tipo 2
La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta a cómo el cuerpo procesa el azúcar en la sangre. La obesidad infantil es un factor importante que contribuye a la aparición de la diabetes tipo 2. Un nivel alto de grasa abdominal y la resistencia a la insulina son dos problemas comunes que pueden contribuir a la aparición de la diabetes tipo 2 en niños obesos.
Enfermedades cardiovasculares
La obesidad infantil también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. El exceso de grasa en el cuerpo puede aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que puede causar problemas como hipertensión arterial y enfermedad cardíaca. Además, la obesidad infantil puede causar la aparición de enfermedades cardíacas antes de lo esperado en la vida adulta.
Problemas respiratorios
Los niños obesos también pueden tener problemas respiratorios, como asma y apnea del sueño. La grasa extra en la parte superior del cuerpo puede dificultar la respiración y la apnea del sueño puede interferir en el sueño del niño, lo que puede afectar su rendimiento académico y su desarrollo cognitivo.
Problemas del hígado
La obesidad infantil también puede causar enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), que es una acumulación de grasa en el hígado. Si no se trata, este problema puede causar inflamación y una posible cicatrización del hígado. Además, esto puede aumentar el riesgo de enfermedades hepáticas graves, como la cirrosis y el cáncer de hígado.