Semillas en la alimentación: ¿enteras, molidas, crudas o remojadas?

La nutricionista clínica Shirley Cardozo dice que la forma de consumir las semillas, depende de la necesidad de cada individuo. “Pueden consumirse enteras o molidas, tostadas, remojadas y cocidas y todas estas formas tienen beneficios relacionados al buen funcionamiento del organismo”.

Las semillas pueden consumirse enteras o molidas, tostadas, remojadas y cocidas y todas estas formas tienen beneficios relacionados al buen funcionamiento del organismo.gentileza
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Shirley Cardozo, nutricionista clínica nos habla de importancia de consumir semillas molidas o enteras y explica de los beneficios para el organismo.

Semillas enteras o crudas

Si se consumen enteras o crudas, las semillas aportan principalmente fibra insoluble. Este tipo de fibra, que se encuentra en la cáscara, no puede ser digerida por las enzimas y llega intacta al colon, aumentando el volumen de la materia fecal y acelerando el tránsito intestinal.

Esta manera de consumir las semillas se sugiere en personas que manifiestan tener constipación o estreñimiento, señala la profesional.

Molidas o crudas

Las semillas se muelen para aprovechar las “grasas saludables” (omega-6 y omega-3) que contienen en su interior y se recomienda consumirlas en el momento para que éstas no se oxiden (o enrancien).

Las semillas se muelen para aprovechar las “grasas saludables” (omega-6 y omega-3) que contienen en su interior y se recomienda consumirlas en el momento para que éstas no se oxiden (o enrancien).

“Los ácidos grasos insaturados que contienen contribuyen a reducir el colesterol LDL alto en sangre; es por eso que, el consumo de semillas molidas se indica en personas que tienen hipercolesterolemia o colesterol alto. También se le puede recomendar a personas sanas consumirlas de esta manera con el fin de prevenir enfermedades cardiovasculares”, aconseja Shirley Cardozo.

Tostadas

La nutricionista dice que las semillas que suelen tostarse son las de girasol, zapallo y sésamo. Se recomienda tostar las semillas en el horno o en una sartén a muy baja temperatura hasta que estén levemente doradas. El tostado les da una textura crujiente y más sabor.

Remojadas

El consumo de semillas remojadas se indica principalmente en personas que tienen colesterol alto y diabetes, también en planes de alimentación para bajar de peso por su efecto saciante y en personas que padecen constipación o estreñimiento.

Las semillas que se remojan son las de lino y chía. Al hidratar y dejar reposar estas semillas, se forma un gel debido a que contienen un tipo de fibra soluble llamada mucílagos.

“Los mucílagos al retener agua y formar geles producen saciedad (porque enlentecen el vaciamiento gástrico y producen distención gástrica), disminuyen la absorción de nutrientes como colesterol y glucosa y aumentan el volumen de la materia fecal estimulando la evacuación intestinal”.

Shirley Cardozo dice que el consumo de semillas remojadas se indica principalmente en personas que tienen colesterol alto y diabetes, también en planes de alimentación para bajar de peso por su efecto saciante y en personas que padecen constipación o estreñimiento.

Ademas, “el remojo o la hidratación de semillas, frutas secas y legumbres disminuye la unión de determinados minerales, como calcio, hierro y zinc, con el ácido fítico (o fitatos), lo que hace que disminuya la presencia de este antinutriente y que aumente la posibilidad de que nuestro organismo pueda absorber mayor cantidad de estos minerales (es decir, aumenta la biodisponibilidad de los mismos)”, puntualiza la nutricionista.

Shirley Cardozo, nutricionista clínica.

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