Según información del Ministerio de Salud Pública y la Sociedad Americana contra el Cáncer; DVENT/MSP, la grasa es un alimento necesario para nuestro organismo. Junto con las proteínas y los carbohidratos es una gran fuente de energía, ayuda a la absorción de vitaminas, contribuye a mantener la piel y el cabello saludables.
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El consumo de grasas buenas puede realizarse de forma diaria, pero en pequeñas cantidades, ya que su consumo excesivo puede contribuir al desarrollo del sobrepeso.
Existen otros tipos de grasas pero que no son recomendables
Los otros tipos de grasas que no son recomendables para el consumo en exceso son:
- Las grasas saturadas, que se encuentran en la carne, en otros productos de origen animal (manteca, embutidos) y en aceites de coco y palma; y las grasas trans que son las que no se recomienda su consumo, se obtiene principalmente como resultado de la hidrogenación de las grasas en los alimentos ultraprocesados como en la margarina, productos de pastelería, galletitas, frituras, entre otros.
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- El consumo de grandes cantidades de grasas saturadas y grasas trans contribuye a aumentar el nivel del “colesterol malo” en la sangre, lo que tiene efectos negativos para el corazón y las arterias; mientras que el consumo de grasas no saturadas o insaturadas tiende a disminuirlo.
Para prevenir el exceso de peso y el desarrollo de enfermedades asociadas, se recomienda:
- Alimentación saludable.
- Preferir el consumo de lácteos descremados.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres secas y frutos secos.
- Preferir el consumo de aceites de origen vegetal e ingerirlos en su forma natural.
- Disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, esto significa consumir menos carne con grasa, frituras y leche entera.
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- Evitar lo máximo posible ingerir alimentos que contengan grasas trans. Verificar la etiqueta nutricional donde se constate si contienen o no.
- Sustituir las frituras por cocciones hechas al vapor o al horno.
- Practicar actividad física. Hacer caminatas diarias o algún deporte.
- Buena hidratación. Beber por lo menos 2,5 litros de agua diaria.
Es importante tener en cuenta la clase de aceite que se consume
Señalan que la mejor opción de aceite para preparar las comidas es la de origen vegetal, cómo el aceite de canola, el aceite de girasol o el aceite de maíz (aunque tampoco conviene calentarlos hasta el punto de que se quemen, ya que se formarán compuestos tóxicos para el organismo. El aceite de soja y de oliva se recomienda utilizar preferentemente crudo para condimentar las ensaladas.
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