Llegó entonces el momento de hacer un buen mantenimiento preventivo, para cuando regresen los calores y días soleados más largos. Empecemos con limpieza profunda, cortando gajos indeseables, hojas marchitas y cuanto residuo haya quedado de festicholas pasadas...
Para más, por acá anda rondando el Aedes, que se reproduce en cualquier charquito de agua retenida. Remodela tu tierra, dale nuevas pendientes y drenajes, hacé correr el agua. Los pastos se retraen por estas épocas, y aparecen los famosos trebolillos que tanto asustan.
Parece que toman todo el césped (no es así, pero por un tiempo se enseñorearán por allí). En verdad no son feos y suelen presentar un verdor interesante. Pasar el cortapastos desalienta a los yuyos.
Mejor que no se te ocurra cultivar pasto, ya que no prosperará. Espera los soles de agosto.
Aprovechá la estación y prepará tu propio abono. Hacés algún hoyo por el patio, en un rincón que no se vea ni use tanto y allí vas colocando tus residuos vegetales cubriéndolos con capas, una de tierra y otra de hojas y así sucesivamente. Lo que obtengas con el paso del tiempo te sorprenderá.
Si no tenés antiecológicos dramas, podrás pasar algún plaguicida, rogando que tu vecino haga lo mismo, pues en vano será, que vos extermines tus plagas hoy y mañana te re invadan las de tus alrededores. Podés encontrar en las góndolas especializadas las fórmulas apropiadas para cada caso: fungicidas, antimoluscos (caracoles), insecticidas.
Si te estiran más los repelentes naturales, probá hervir unos dientes de ajo y hojas de ortiga, dejas enfriar y después pincela lo que quieras defender. Comentá después los resultados.
Andá pensando en remodelar tu jardín, en darle un nuevo estilo con tu toque personal. En estos días podrás reproducir nuevas especies, ya que es el tiempo y clima apropiados, creando nuevas formas y modelos. Para la primavera será una explosión de verdes aromas y colores.
Ah! Y plantá un árbol...
Que te parece plantar cítricos en la vereda, apepú o naranjos. Producen sombra, y frutos, beneficiando al transeúnte y a los pájaros. Asunción del Paraguay, tus naranjos y tus flores, … Y la atmósfera te lo agradecerá.