Desde tiempos inmemoriales el maquillaje femenino ha sido un factor importante tanto para el embellecimiento personal como para demostrar presencia, poder y conquista. Hoy las transformaciones que vemos son muy artísticas, algunas realmente impresionantes, incluso de rostros poco cuidados sacan imágenes perfectas.
Los ojos pequeños y achinados pueden convertirse en grandes y almendrados, los labios finos en carnosos, las cejas tienen sus propios especialistas. En fin, los productos, las técnicas, los tratamientos de belleza han avanzado muchísimo en beneficio de la imagen. Hablamos con dos compatriotas y reconocidos profesionales, Eva Noguera y Magno Silva.
Magno: “Verse radiantes con muy poco producto”
Maquillador y micropigmentador desde hace 7 años. Descubrió su pasión por el maquillaje haciendo cursos en su tiempo libre. Magno vivió en Luxemburgo durante unos años, en el 2016 regresa a Paraguay sin saber que el maquillaje se convertiría en su labor diaria.
Empezó trabajando en importantes shoppings de nuestra capital y hoy tiene su propio estudio donde también enseña. “Me apasiona resaltar la belleza natural de la mujer, hacerla ver con una piel jovial, luminosa sin que se vea muy maquillada.
Me encanta maquillar gente que se cuida bastante, puede parecer ilógico pero la belleza de una persona que se cuida la piel, que se hace retoques, bótox, armonización facial y otros tratamientos en el rostro es más fácil de trabajar y resaltar sin precisamente transformarla. No deja de ser la misma persona con y sin maquillaje.
Me gusta que se vea linda, pero sin exageraciones”
-¿Qué te atrae del rostro femenino a la hora de trabajar sobre él?
Las propias facciones de una mujer pautan mucho el realce de un maquillaje, se complementan. Existen rostros a los que le va todo tipo de maquillaje, y otros donde hay que aplicar ciertas reglas para que las facciones y textura de la piel se vean mejor. La gente que se cuida la piel, no requiere mucho.
-No es fácil decirle a una mujer: “no te cuidás la piel”
Es controversial, pero todos nos fijamos en este punto, queramos o no. Hay rostros que naturalmente se ven bellos, pero si el maquillaje no se aplica de manera correcta, quedan desfavorecidos por completo; pasa lo mismo con la piel, puede ser naturalmente luminosa, pero quedar opaca con una errada aplicación de bases y polvos.
-¿Qué es el maquillaje en tu concepto?
Una ciencia, puede parecer simple pero toda mujer sabe que para nada lo es. Muchos me dicen que maquillar a ciertas personas es muy fácil, y siempre digo que no. Un maquillaje mal aplicado desfavorece un rostro que podría verse extraordinario.
-¿Cómo definís el maquillaje que vas a hacer: por lo que la cliente quiere, por libertad creativa, formalidad, transgresión…?
Siempre hablo de que el maquillaje de cada profesional es una marca registrada, podemos pensar o creer que los maquilladores deben ser versátiles, pero no precisamente. Por ejemplo, cada uno tiene su estilo y manera de trabajar. No vas a buscar un vestido largo en una tienda deportiva.
Hay maquilladores que trabajan con mucho contorno, con bases más pesadas, con más color en los ojos, mientras que otros usan texturas más refinadas y ligeras, colores más neutros.
A cada profesional le cuesta mucho cambiar de estilo y trabajar con amplia gama de productos. No es que uno esté mal y el otro bien, son solo estilos distintos. Los clientes buscan profesionales que ellos creen que se adecuan a su estilo y gusto, ya poca gente elige un maquillador de manera pasajera.
-Tienen entonces una clientela que conoce a su maquillador
Los clientes de manera inerte van pautando el estilo de un profesional. Por ejemplo, si un maquillador de Paraguay va a maquillar a Argentina, con el tiempo va terminar maquillando mucho más natural, porque allá las chicas lo usan así, al menos más que en Paraguay.
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-Muchas se maquillan cargado para tapar imperfecciones o rasgos que no les gustan.
Años atrás las chicas no se tocaban mucho el rostro, por ende, exageraban más con el maquillaje para poder mejorar sus facciones, hoy ya todas se retocan, se hacen labios, nariz, bichectomía, mentón, cejas, y otras cosas, lo que antes exageraban, hoy solo lo resaltan.
Antes también se acudía menos al dermatólogo, por lo que requerían más productos que mejoren la textura de la piel a la hora de maquillar. Hoy con poco producto ya se ven radiantes. La industria misma va cambiando.
-¿Lográs siempre dejar feliz a tus clientas, incluso a las extremadamente exigentes?
Lo bueno de tener un estilo bien pautado es que la gente que gusta de ese estilo acude a uno. Particularmente trabajo netamente con agenda, no atiendo gente de paso o que no conozca ya mi trabajo. Por ende, difícilmente un cliente queda insatisfecho hoy por hoy.
Aparte, por mi experiencia, sé perfectamente lo que cada cliente busca o necesita. Siempre les hago muchas preguntas durante el proceso para deducir sus complejos, lo que les gusta, lo que normalmente les disgusta en un maquillaje, y otras cosas que me ayudan a no cometer errores, así finalmente el resultado es lo que el cliente está buscando.
-Trabajás con confianza
Trato de que mis clientas se vuelvan mis amigas siempre, pero eso ya de manera inconsciente. Trato de trabajar relajado, cada maquillaje me lleva una hora a una hora y media en promedio. Antes en los shopping me exigían maquillar en 30 minutos. Nunca, pero nunca un maquillaje de 30 minutos va a ser lo mismo que uno que lleve una hora o más.
Lógico que hay clientas difíciles, sobre todo las que se automaquillan o gente extremadamente insegura. Si se automaquillan, traen un estilo pautado por ellas, pero siempre trato de que me expliquen lo que ellas hacen a la hora de automaquillarse, y trato de hacer una versión mejorada de eso.
-¿En qué radica la necesidad de maquillarse?
Pasa mucho por la idiosincrasia, en todo el mundo lo hacen. Podemos catalogar como una falta de respeto ir a un evento o a ciertos lugares sin estar maquillada, porque se puede interpretar como que no le diste importancia, por ejemplo, irte a un casamiento a cara lavada es como haber ido en pijamas.
Aparte estamos en la era digital, todo se hace para las fotos. El maquillaje no deja de ser un complemento esencial para verse bien en la fotografía. Estar maquillada es una necesidad no escrita. Es decir, no se estipula que uno vaya maquillada a ciertos lugares, pero si no lo estás se te cataloga como descuidada.
El estar maquillada forma parte esencial de la femineidad que también ayuda a la autoestima, a verse bien, cuidadas, y eso a cualquier hombre le encanta en una mujer.
-¿Las que no se maquillan tienen alta o baja autoestima?
Podría decirte que quizás las chicas que no se maquillan son personas que se aceptan tal cual son, tienen una alta autoestima y no temen mostrarse al mundo al natural, personas que no piensan que necesitan realzar su belleza con maquillaje, cirugías ni tratamientos estéticos.
Pero esto no siempre es así. Hay chicas con baja autoestima que tampoco se gustan con maquillaje, y además mujeres muy seguras que aman maquillarse. Pasa por una cuestión de gustos. Cada persona es muy particular en ese aspecto.
Eva: “El maquillaje es un tributo a la mujer”
La reconocida maquilladora Eva Noguera trabaja en la profesión desde 1980. De jovencita supo estudiar pintura con personalidades artísticas de nuestro país, como Olga Blinder y Hernán Miranda. Con el tiempo cambió de pinceles, cambió el lienzo por los rostros, manteniendo su amor al arte intacto.
“Los años 80 fueron revolución y exceso. Maquillaje con ojos completamente en negro, labios en colores llamativos, piel bronceada y mucho rímel en las pestañas fueron las claves del maquillaje en esa época sin reglas. Cuatro décadas después, hoy la protagonista es una piel más saludable y satinada. Se cuida la alimentación, se toma más agua, se hace actividad física para equilibrar mente, cuerpo y espíritu”.
Eva explica que en la actualidad hay más tecnología, gracias a eso, con las diferentes marcas existen más opciones para que la piel se vea más natural; y todo está dermatológicamente testado por los mejores dermatólogos. “La mayoría de los productos tienen menos petróleo o productos que puedan generar a la piel alguna enfermedad”
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-Paraguayas aman maquillarse, aún con un clima infernal.
La mujer paraguaya es de maquillarse, es innato, siempre está muy arreglada en la oficina o en cualquier lugar. En los eventos está impecable. Respecto al clima, depende de qué herramientas usás para maquillar; en el mercado ya encontrás marcas para maquillar cuando hay exceso de calor y humedad.
-¿Es necesario aprender automaquillaje?
Es muy válido, uno aprende a potenciar su belleza corrigiendo y potenciando a la vez. Creo en eso de que no hay mujer fea sino mal producida.
-¿Qué busca transmitir la mujer a través de su maquillaje?
El maquillaje es un tributo a la mujer por su capacidad de transformación y conexión con su amor propio por encima de cualquier situación.
-Un arte que tapa imperfecciones
Con el maquillaje y las técnicas actuales más bien se potencian los rostros, corrigiendo imperfecciones. El hecho de utilizar maquillaje reafirma que está en nuestras manos la definición de cómo queremos presentarnos ante la sociedad. Mujeres poderosas y en control de sí mismas.