Ser flaca no te garantiza salud, bienestar ni aceptación.
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La relación con el cuerpo empieza a sanar cuando lográs aceptarlo o reconocerlo como algo valioso más allá de lo que te guste y no de él. Sabiendo que a pesar de tener días en donde no te sientas cómoda, no vas a dejar de cuidarlo a través de una alimentación saludable para el cuerpo y la mente, haciendo el ejercicio que te guste y respetando tanto el descanso adecuado como los momentos de relajarte y disfrutar.
No naciste odiando tu cuerpo, lo aprendiste. Para la nutricionista Betharram Scarone, el entorno y la sociedad vive bombardeando con mensajes que idealizan la delgadez, imponiendo un ideal sin importar como nos sentimos, ni cuanta salud perdemos en alcanzarlo.
Reconocerlo es clave para dejar de ser cómplices de esta cultura de delgadez y así sanar individual y colectivamente, que puedas sanar con tu cuerpo nos involucra a todas y a todos.
Tres puntos importantes para sanar
- No creas que la solución está en cambiar tu cuerpo. Adelgazar no garantiza aceptación. Se trata de cambiar opiniones y creencias sobre los cuerpos.
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- No se puede mejorar la relación con tu cuerpo, maltratándolo. Tratalo bien, dale los cuidados necesarios (alimentación, ejercicio, descanso y disfrute). A pesar de que no te guste todo de el.
- No creas que es tu problema. La presión sociocultural que vivimos a diario es muy fuerte y se ve reflejado en los comentarios sobre cuerpos, ropas de pocos talles, sistema de salud pesocentrista, medios masivos de comunicación mostrando cuerpos como objeto de consumo, etc.