La presión normal es 120/80, o 12/8, cifra que se altera en algunas personas en especial cuando se exponen a la corriente de aire frío. Estar en un ambiente templado y bruscamente salir a un ambiente frío provoca la subida de la presión arterial.
El doctor Abdón Villamayor, director del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, aconseja no exponerse bruscamente a cambios de temperatura, en especial a los hipertensos.
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El fenómeno fisiológico se explica porque “el frío produce vaso constricción, disminuye el volumen del diámetro de las arterias, y eso produce mayor resistencia a la circulación de la sangre. Obliga al corazón a bombear con más fuerza para vencer esa resistencia y eso hace que la presión aumente”.
El corazón tiene que bombear con más fuerza, y la contracción del músculo cardíaco se realiza con mayor presión.
La medicación de los hipertensos
Los hipertensos tienen que cuidarse, consultar con el médico porque “cuando empieza la temporada de frío es probable que se modifique la medicación, o recurriendo a un diurético de dosis baja”.
El invierno hace que la persona no sude lo suficiente y no elimina el líquido. Y si se expone a una corriente de aire frío, por más que esté tomando la medicación adecuada, la presión puede subir.
Abrigarse adecuadamente y no sacarse el abrigo en un ambiente frío es una buena estrategia para prevenir situaciones no deseadas.
Cuidado con subir de peso
En invierno la gente sube de peso, “se mueve poco, está encerrada, y es necesario tomar líquido, movilizarse, hacer caminatas, ejercicios evitando los extremos de mucho frío”, recomienda.
La tentación del invierno es comer más, pareciera que debajo del abrigo quedan ocultos los rollitos, esa grasa que nos esforzamos por eliminar cuando llega el verano.
“A veces se come más y se sube de peso, aumentan las comidas sólidas, con más hidratos de carbono”, recuerda el profesional.
Es mejor acostumbrarse a cocinar con poca sal y desde luego no agregarla a platos ya terminados. “Los hipertensos con mayor razón no deben exagerar con la sal”, sostiene.
Y por último, tomarse la presión sin ponerse nervioso, y estar bien controlado son sugerencias importantes. Si existiere un cuadro de pánico debería acudir al psicoanalista, porque recuerde los estados tensionales también alteran la presión.