Cenar siempre antes de las ocho de la noche es uno de los mejores trucos que existen para no engordar. Carolina Sosky dice que el horario de las comidas puede afectar la regulación del peso, la regulación metabólica, la salud del corazón y el ciclo del sueño.
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“Esto puede tener consecuencias negativas en la salud causando aumento de peso, problemas cardíacos y otros. Para lograr un máximo bienestar, lo ideal es cenar temprano, aproximadamente 3 o 4 horas antes de acostarse”, aconseja la especialista en nutrición personalizada.
Beneficios
Carolina Sosky señala que los beneficios de cenar temprano y liviano incluyen:
- Una disminución de la presión arterial.
- Un mejor descanso.
- Mejor digestión y disminuir el riesgo de obesidad.
“Restringir la ingesta de comidas a partir de las 18:00 o las 19:00, puede reducir drásticamente la ingesta total de calorías. Además, una mayor duración del ayuno durante la noche ayuda a aumentar la pérdida de grasa, ya que es más probable que se consuman menos calorías a medida que se reduce el tiempo dedicado a la ingesta”, dice Sosky.
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Además, “una mayor duración del ayuno nocturno ayuda a aumentar la pérdida de grasa, esto se debe a que el cuerpo tiene más tiempo para alcanzar un estado de cetosis. La cetosis es un estado natural del cuerpo, que se da cuando el cuerpo empieza a utilizar las reservas de grasas para obtener energía, lo cual contribuye a la pérdida de peso”, explica Sosky.
¿Cuál es la hora ideal para cenar?
Según la nutricionista la acidez estomacal causada por cenar tarde y pesado puede interferir con un sueño reparador. Una cena temprana ayuda a reducir el reflujo ácido, y por el contrario: al cenar abundantemente por la noche las molestias se incrementan.
“Comer tarde deja al cuerpo en un estado de “alerta máxima”, lo que interfiere con el ritmo circadiano. También evita que nuestro cuerpo se apague, ya que se requiere mucha energía para el proceso de digestión. Si por el contrario, la cena se realiza temprano, no solo se digiere mejor, sino que se duerme mejor”.
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“Un ayuno nocturno, también puede estabilizar el azúcar en la sangre y mantener saludable el ciclo hormonal. Una cena tardía que incluya alimentos pesados y de difícil digestión puede provocar problemas como: sobrepeso, reflujo ácido, gases e hinchazón, etc. Por ejemplo, si la hora de acostarse es entre las 22:30 y las 23:30, entonces lo ideal es cenar entre las 18:30 y las 19:30. En caso de comer tarde, podría ser útil realizar 10 a 15 minutos de caminata suave para digerir mejor. Otra recomendación si la cena será tarde es elegir alimentos bajos en calorías, ricos en proteínas y bajos en carbohidratos y si se tiene hambre nocturna es importante revisar si la dieta fue insuficiente durante el día”.
La famosa frase cool
“Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”.
“Modificar los horarios de las comidas puede tener un impacto positivo en la salud, y si esto no es posible al menos se debe hacer el esfuerzo por comer menos alimentos picantes y cargados de carbohidratos, preferir las verduras de temporada, proteínas magras, ensaladas, sopas y otros alimentos ligeros”, puntualiza la especialista en nutrición personalizada Carolina Sosky.