¡No me quiero pesar!: que el peso en la balanza no afecte tu progreso

La motivación es alta. La rutina de ejercicios está a full y tu plan de alimentación es el adecuado. Lo que uno espera es ver cómo los números en la balanza se mueven hacia abajo. Pero la verdad es que a veces esto no sucede. ¿Qué pasa? ¿Hay algo malo? ¿Es el karma que está cobrándose una vieja cuenta? No, nada de eso, es solo un número y no afecta el proceso.

Cuando, pese a todos los esfuerzos, la balanza no se mueve, para muchos es frustrante.
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Cuando la balanza no se mueve mucha gente suele frustrarse, señala la nutricionista Betharram Scarone. Para Scarone esta es una sensación muy fea porque claramente uno está poniendo tiempo y esfuerzo en mejorar. Se progresa en otros aspectos pero la balanza no lo refleja. ¿Qué hacer?

“Todo el mundo espera ver cómo bajan esos números al subirse a una balanza y quieren ver rápido. Es como una expectativa natural que se tiene al iniciar un programa para perder grasa. Pero existen numerosos factores que afectan el número” dijo.

La balanza no importa en lo más mínimo, y mientras más sepas sobre cómo es el proceso y sobre cómo lidiar con este número menos ansiedad vas a tener.

Para la nutricionista, la balanza no importa en lo más mínimo, y mientras más sepas sobre cómo es el proceso y sobre cómo lidiar con este número menos ansiedad vas a tener.

Esto es lo que necesitas saber

1- Medidas corporales

Tomarte medidas es uno de los mejores métodos para monitorear tu progreso. Con programas de ejercicios efectivos no es raro que los pacientes ganen tejido muscular mientras pierden grasa. Pero eso significa que hay probabilidades de que el número en la balanza se mantenga, incluso aumente.

Con programas de ejercicios efectivos no es raro que los pacientes ganen tejido muscular mientras pierden grasa.

Si solo miras la balanza te estás perdiendo gran parte de lo que pasa en tu cuerpo. Para remediarlo si o si tenés que saber tus medidas.

2- Fotos

Pesarte, medirte, entrenar, todo se hace con una misma intención: verse bien. Todas estas mediciones y evaluaciones tienen como único objetivo verte mejor de lo que estabas. Ya sea por salud o por estética la meta es la misma, estar y sentirse mejor. Y una de las mejores maneras de comprobarlo es con fotografías.

Cuando te tomás fotos eliminas cualquier conjetura y te permite de una manera objetiva comparar cambios con el paso del tiempo.

Cuando te tomás fotos eliminás cualquier conjetura y te permite de una manera objetiva comparar cambios con el paso del tiempo.

“Según mi experiencia, tomarse fotos no es algo con lo que todo el mundo está de acuerdo. Las fotos no ocultan nada, muestran lo que uno puede percibir como defecto o punto débil, y a muchos les cuesta enfrentar la verdad. Sin embargo y a pesar de qué tan incómodo pueda sentirse, esta herramienta es crucial y con el enfoque correcto debería funcionar además como motivador en tu cabeza. Después de todo no tenés la obligación de compartirla con nadie, es una herramienta para vos” dijo la nutricionista.

3- Tomate tres fotos

De frente, de perfil y de espalda. Paráte derecho/a pero relajado/a. Asegurate de sacártelas en las mismas condiciones de luz, distancia, con la misma cámara, mismo horario, etc. y si podes mejor aún en ropa interior. Podés hacerlo cada semana o cada 15 días.

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