Hábitos que suman y creencias que restan para alcanzar nuestras metas y sueños

Empezamos el año llenos de ímpetu y fuerza para lograr nuestras metas y objetivos, pero con el correr de los días, vas notando que pierdes fuerza, y que conforme van pasando, te encontras en el mismo punto en el que años anteriores te habías propuesto cambiar. ¿Te pasa? pues sucede más a menudo de lo que creés.

El logro de nuestros objetivos tiene que ver muchas veces con lo que creemos de nosotros mismos, con la forma que interpretamos lo que nos sucede y sobre todo por darle acción a nuestros propósitos.
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Para la licenciada Olga González, psicóloga clínica, el problema radica en que esperamos resultados diferentes utilizando siempre las mismas estrategias y conductas que nos hicieron fracasar en otras oportunidades. “Si algo no resulta, pues debemos cambiar de estrategia, pero antes, analicemos un poco a otros factores que nos impulsan o nos anclan” dijo.

El logro de nuestros objetivos tiene que ver muchas veces con LO QUE CREEMOS de nosotros mismos, con la forma QUE INTERPRETAMOS lo que nos sucede y sobre todo por DARLE ACCIÓN a nuestros propósitos. NO BASTA CON DESEARLO, hay que evaluarlo, planificarlo, accionar y trabajar en ello CON DECISIÓN.

La profesional del cuidado de la salud mental agregó que si bien es cierto que no todo lo que “soñamos” es factible de cumplimiento, SÍ es cierto que muchas de las cosas que deseamos pueden realizarse si seguimos ciertos lineamientos de la psicología conductual y trabajamos en nuestros pensamientos y emociones.

Los errores más comunes en los que caemos para conseguir nuestros objetivos generalmente son:

  • Son sólo deseos, no los conviertes en objetivos y en esto hay mucha diferencia entre desear algo y trabajar para que ocurra.
  • No tener claro lo que uno quiere quedarse vagamente en los objetivos. “Deseo ser feliz”, puede ser una linda meta a alcanzar pero está formulada muy vagamente y ni sabemos bien que cosas me harán sentir feliz.
  • Objetivo muy amplio, “quiero bajar de peso” puede ser una muy buena meta, pero es muy amplio, deberías formularte, ¿cuánto quieres bajar?, cuánto es saludable y alcanzable para vos y sobre todo si necesitás ayuda para ello.
  • No trazarse un plan. Otras veces se tiene claridad de lo que se desea y se es específico pero falta el “COMO VOY A LOGRARLO”. Esto tiene que ver con esbozar un plan , paso por paso y llevarlo a cabo.
  • Interpretás los obstáculos como LIMITACIONES, y un obstáculo es sólo eso, algo que dificulta mas el proceso pero no lo limita, es decir sigue siendo posible Además, está comprobado que la mayoría de las personas que han llegado a sus metas y cumplido sueños lo han hecho “A PESAR DE LAS DIFICULTADES Y DE LOS NO” que se les presentó

El cerebro ¿un aliado o un boicoteador?

Sabemos por psiconeurología que nuestro cerebro emocional nos conecta de forma activa e instantánea con las respuestas a ciertos estímulos del ambiente.

En este sentido el sistema límbico juega un papel importante pues emite una reacción instintiva y no analítica ante algunas tareas que no son agradables realizar, es decir cede al deseo de buscar las actividades que nos son placenteras y posterga o evade aquellas que nos producen malestar.

Para González, he ahí que la procrastinación que es la conducta de dilatar y la necesidad de alejarse de las tareas que no nos gustan y de la fuente de malestar que de ella emana, juega un papel demasiado importante a la hora de perseverar hacia el logro de algún objetivo.

La procrastinación que es la conducta de dilatar y la necesidad de alejarse de las tareas que no nos gustan y de la fuente de malestar que de ella emana, juega un papel demasiado importante a la hora de perseverar hacia el logro de algún objetivo.

Nuestro cerebro debe no solo gestionar las emociones que subyacen de esa tarea para lograr un fin concreto, sino que también debe hacer uso de sus funciones ejecutivas como la de determinar un plan de acción, empezar una tarea, desarrollar ideas nuevas y creatividad y generar un plan de acción que nos ubique en el presente para ejecutar lo previsto, en el pasado para evocar consecuencias negativas cuando no lo realizamos por comodidad y en el futuro para prevenir respuestas y consecuencias negativas a la postergación.

Enfoque y avance

Enfocarnos es dirigir nuestra atención hacia lo verdaderamente importante. Las metas ayudan a las personas a conseguir lo que quieren. Por lo tanto, definirlas es importante para que sepas exactamente qué debes hacer para lograr lo que anhelas.

Enfocarnos es dirigir nuestra atención hacia lo verdaderamente importante. Las metas ayudan a las personas a conseguir lo que quieren.

“Sigue estas recomendaciones y vas a tener muchas posibilidades de que ésta vez logres cumplir aquellos sueños y objetivos que te trazas cada año. Recuerda establecer una meta no garantiza que se logre pero es un gran paso empezar a trabajar en ello” manifestó Olga.

1- Elegí metas que sean importantes para vos: uno de los ingredientes esenciales para alcanzar una meta es la motivación, especialmente si la meta en cuestión es desafiante. Es cierto que no se trata de actuar con emoción, y que es importante seguir un proceso basado en acciones prácticas y racionales para concluir lo establecido.

2- Seguí el método SMART:

  • Específicos: en lugar de pensar en ideas vagas y abstractas, generá objetivos concretos y claros en mente. Esto facilitará mucho tu trabajo.
  • Medible: no podés alcanzar una meta sin seguirla de cerca, así que asegurate de que sea posible medir tu progreso en la consecución de la meta.
  • Alcanzable: es importante que seas realista y que sepas lo que podrás lograr.
  • Relevante: ¿qué influencia tendrá tu meta en tu vida o en la vida de los demás? Es decir, ¿cuál es su relevancia? Pensando en tu empresa, ¿cuál es la relevancia de la meta planteada para tu negocio?
  • Temporal: ¿cuál es la fecha límite para completar tu meta? Sin esto, es más fácil decir “mañana lo hago” y dejar las tareas más complicadas para después.

3- Establecer prioridades: define lo que es más importante y merece tu atención en este momento.

4- Dividí los objetivos en tareas más pequeñas: dividí los grandes objetivos en tareas más pequeñas y sencillas.

5- Aprendé del ejemplo de otros: no solo estamos hablando de aprender de las historias de éxito, sino también de las metas que alguien no ha logrado alcanzar. ¿Qué se hizo bien o mal? ¿Cómo imitarlo o hacerlo de otra manera.

6- Que tus metas sean para trabajarlas ahora: establecé metas que puedas comenzar a perseguir ahora mismo. Una meta que solo la podrás empezar a perseguir dentro de un tiempo tiene otro nombre: DESEO.

7- Establecé un plan de acción: es decir, una idea clara de cómo las lograrás.

8- Evalua las metas que ya has logrado: por un momento, dejá de enfocarte en lo que salió mal y analizá todo lo positivo que ya has logrado.

9- No olvides tus valores: nunca abandones tus valores para lograr una meta.

10- Centrate en objetivos realistas y establecé un cronograma de acciones: no se trata de limitar tus objetivos, sino de hacerlos realistas. Esto hará que el camino sea mucho más viable, aunque a veces sea difícil. Después de todo, si tenés los recursos necesarios y te sentís listo, solo depende de tu dedicación a esa meta.

“CREER en uno mismo, tener claridad acerca de lo que deseo y convertirlo en pasos realistas y alcanzables puede ser el punto de partida hacia la consecución de tus metas” concluyó la licenciada.

Olga Beatriz González, psicóloga clínica.

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