La manipulación de fuegos artificiales o pirotecnia puede ocasionar accidentes, especialmente en manos inexpertas, causando lesiones visibles como quemaduras, amputaciones, al igual que otras lesiones no visibles como la pérdida auditiva.
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El Dr. Rolando Stéfani, Fellow de oído, de la Cátedra y Servicio de Otorrinolaringología de la FCM-UNA y el Hospital de Clínicas, explicó que una explosión es un evento físico que resulta de la liberación súbita y violenta de energía al detonar una mezcla explosiva, provocando una expansión instantánea de aire que origina una onda de choque que viaja a través desde el epicentro hacia la periferia, perdiendo presión y velocidad al alejarse del sitio de denotación.
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Trauma acústico agudo
“Se considera trauma acústico agudo a la exposición a un sonido de alta intensidad; por ejemplo, una explosión puede resultar en daño inmediato y permanente al oído medio y al oído interno”, dijo el profesional.
“Esto se produce porque la energía sonora que ingresa a los oídos es tan intensa que sobrepasa los mecanismos de protección del oído, dañando diversas estructuras del interno, entre las células encargadas de enviar información al nervio auditivo generando una pérdida auditiva, también pueden ocurrir lesiones en el oído medio como la perforación de la membrana y desarticulación de la cadena osicular”, destacó.
Por otra parte, está la hipoacusia por trauma acústico agudo que se define como la disminución de la capacidad auditiva temporal, permanente, parcial o total producida por la exposición a un sonido de alta intensidad (mayor a 120 dB); se considera temporal cuando la disminución del umbral auditivo se recupera horas o días siguientes al trauma y permanente cuando la disminución de la audición es irreversible.
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También puede producir una lesión del órgano del equilibrio causando síntomas como inestabilidad y desequilibrio.
En el trauma acústico agudo las manifestaciones clínicas dependen de la magnitud del sonido al que el individuo fue expuesto.
El cuadro clínico del trauma acústico se caracteriza por:
- dolor de oído,
- acúfeno de tonalidad aguda,
- pérdida de audición,
- sangrado de oído y
- desequilibrio que pueden ser unilaterales o bilaterales, dependiendo de las circunstancias y mecanismos del accidente.
Niños con TEA
Una población altamente susceptible a los sonidos fuertes son los niños con trastorno del espectro autista (TEA), quienes presentan algo denominado hipersensibilidad auditiva o hiperacusia; que se caracteriza por una sensibilidad aumentada a los sonidos habituales, los cuales pueden ser incómodos o incluso dolorosos para estas personas.
Lo más recomendable es evitar el uso de pirotecnia, en caso de utilizarla es muy importante tomar las precauciones necesarias a la hora de manipularla, dejar en manos de adultos, alejarse por lo menos 8 metros del sitio de explosión, si en la familia hay personas con trastorno del espectro autista con más razón evitar los fuegos artificiales y en caso de no poder hacerlo mantenerse refugiado del ruido e incluso utilizar protectores auditivos.