El entorno cercano observa a ese hombre, que sin decirlo, grita: “no logro levantar cabeza”. La familia quiere ayudar al hombre sumido en depresión, sin embargo, se encuentran con una pared infranqueable.
La pandemia causó muchísimo estrés en la población en general, en particular en los hombres. Una encuesta en línea entre aproximadamente 1.000 hombres estadounidenses mayores de 18 años, la Clínica Cleveland encontró que el 77 % de los hombres aumentaron su estrés por el COVID-19.
La misma también arrojó el dato de un 59 % de los hombres se sintieron aislados y 45 % de los hombres informó que que su salud emocional mental empeoró durante la pandemia.
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El hombre asume muchas responsabilidades, se siente responsable de la situación económica en la casa, como jefe de familia asume que debe traer el pan a la casa. La pandemia incidió en que mucha gente además de tener el miedo a la enfermedad, al covid, sumó el de perder o perdió el trabajo.
La situación económica fue un duro golpe que todavía azota a gran parte de la población, muchos todavía no tienen ingresos seguros.
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El Dr. Carlos Enciso Chaves, psiquiatra, concentró en una frase todo este miedo al decir: “es no saber que va a pasar mañana”.
Aún hoy que la situación esta mejorando, ya hay más venta, más movimiento de clientes, más construcciones, más trabajo el varón hundido en la depresión no encuentra salida y se hunde cada vez más en las profundidades de su propias rejas.
El especialista alertó sobre el aumento del consumo de alcohol, de peso por los meses que permanecimos en casa y el estrés que lleva a respuestas mal adaptativas. Por ejemplo, beber más, fumar más cigarrillos y usar calmantes como las diazepinas.
Las emociones negativas
A analizar la situación del varón el experto recuerda que “partimos de un mal manejo de las emociones negativas: tristeza, miedo, ansiedad, angustia, depresión y preocupación”.
Al buscar un pacificador externo que les calme o de una tranquilidad temporal algunos hombres se sumergen en el consumo de alcohol, sustancias, y otros comen demás, según describió.
Cómo ayudarse
Aurora Bachem, psicóloga y psicoanalista, apunta que “es interesante pensar que le pasa a la mayoría de los hombres, sobre todo aquellos que están apuntalados por el significante masculino”.
Se les “movió el piso” ya que la pandemia remitió a otro tipo de estructuras psíquicas. Lo más fácil es comer, beber”.
La psicóloga aportó además que el desafío sería descubrir otro tipo de estructuras donde las cosas no se buscan, sino todo lo contrario, se encuentran.
Algunos familiares que han pasado por esto comparten que el simple hecho de estar allí en silencio junto al hombre deprimido les sirve de mucho. Y ojalá saber escuchar y observar las señales que da.
Por su parte Enciso Chaves apuntó que es positivo hacer ejercicios de introspección, meditación, ver por que nos estamos sintiendo así, por qué nos sentimos nerviosos. Buscar respuestas más sanas, insistió.
Expresar las emociones
“A veces el hombre en particular es reacio a admitir las emociones negativas, al hombre paraguayo le cuesta decir que se siente mal, que está triste, angustiado o tiene miedo. Porque tenemos esa imagen de que el hombre debe ser fuerte, y todo poderoso”, explicó el psiquiatra.
Aconsejó potenciar las actividades positivas, y más sanas, estar con la familia, nuestros amigos, hablar, jugar, reír, tener actividades recreativas y hacer ejercicios.
Y no olvidar la parte espiritual que para muchas personas es importante para no llegar a estados más negativos, de no querer vivir.
Consultar con un profesional puede traer más claridad para recuperarse, y otra vez levantar cabeza para continuar.