La primavera - verano conlleva importantes cambios climatológicos que repercuten en la piel de las personas, es aquí cuando aparecen enfermedades cómo manchas, dermatitis, rosácea, acné, cáncer de piel, entre otros, aquí te explicamos con detalle de qué y cómo se trata cada una.
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Manchas
La hiperpigmentación de la piel producida por la acción del sol puede aparecer o empeorar en verano debido a la mayor exposición a los rayos ultravioleta, sobre todo en áreas foto expuestas (donde no cubre la ropa).
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Dermatitis de contacto
Los tratamientos químicos que reciben aguas de las piscinas pueden provocar enrojecimiento en determinadas áreas del cuerpo y van acompañas de picazón, sequedad y descamación.
Las personas que practican deportes acuáticos también son vulnerables a esta alteración, ya que los componentes de algunos materiales de los anteojos, gorros o máscaras de buceo pueden provocar alergias por contacto.
Dermatitis solar: Son reacciones alérgicas de la piel en contacto a los rayos ultra violetas del sol. Las lesiones pueden presentarse como enrojecimiento, ronchas, ampollas, descamación, acompañadas de picazón, ardor, dolor, en algunos casos fiebre, vómitos, cefalea.
Dermatitis atópica: Para las personas con dermatitis atópica el verano puede ser “un arma de doble filo”. Por un lado para estos pacientes el sol es un buen aliado en el tratamiento de la enfermedad, “la dermatitis se beneficia de la exposición al sol, un buen inmunosupresor (es decir, que regula la respuesta inmunológica).
No obstante, las altas temperaturas propias de estos meses provocan mayor sudor y este, a su vez, causa prurito intenso.
Rosácea
Las personas que padecen esta patología que se caracteriza por enrojecimiento de la piel del rostro, pueden agravar sus síntomas por el sol o incluso el contacto con activos agresivos como el cloro.
Acné
Otra de las patologías que puede ver alterado su pronóstico en verano es el acné. A pesar de que la exposición solar tiene una acción inhibidora de la inflamación asociada al acné hay que tener cuidado. Las quemaduras solares pueden pigmentar las lesiones haciéndolas permanentes.
Pitiriasis versicolor
Se trata de una infección producida por un hongo que se caracteriza por la aparición de pequeñas manchas que pueden ser más claras o más oscuras que su entorno y se localizan sobre todo en el tronco, parte alta de la espalda, hombros, etc. Afecta sobre todo a adolescentes.
Entre las causas de la pitiriasis versicolor figuran el clima cálido y húmedo, así como la piel grasa, cambios hormonales o un sistema inmunitario debilitado.
Molusco contagioso
El molusco contagioso es producido por un virus. Se transmite más frecuentemente a través del contacto con la piel de otra persona infectada, pero también se puede adquirir por contacto con objetos infectados, como toallas, ropa o juguetes.
Es muy habitual que la manifiesten los más pequeños. Como se trata de una infección viral, la alteración puede desaparecer por sí sola aunque las lesiones pueden multiplicarse.
Prurigo
Es la alergia a picadura de insectos que se presenta frecuentemente en el verano sobre todo en niños alérgicos, ya que al jugar o practicar deportes al aire libre y con ropa que no cubre brazos y piernas son más propensos a las picaduras.
Cáncer de piel
El cáncer de piel se suele desarrollar en la piel expuesta al sol. Pero esta forma frecuente de cáncer también puede ocurrir en zonas de piel que normalmente no están expuestas.
Existen tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
“Como es lógico, se recomienda que los pacientes, sobre todo, con antecedentes familiares de cáncer de piel de cualquier tipo, extremen las medidas de fotoprotección” añadió la dermatóloga.
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Otras lesiones
“Existen además lesiones en piel que se hacen más notorias en verano como el vitiligo, los eccematides y las hipopigmentaciones por otras causas” mencionó la especialista del cuidado de la piel.
Consejos para el cuidado de la piel
- Como medidas de cuidados generales se aconseja evitar los horarios más peligrosos para exponerse al sol (11:00 a 16:00).
- Usar protectores solares de amplio espectro (UVA-UVB), con FPS 30 para arriba, repetir cada dos horas.
- Reforzar los cuidados con sombreros, anteojos de sol, ropa mangas largas con protección ultra violeta.
- Ducharse después del baño en piscinas.
- Utilizar jabones syndet ( son productos de limpieza mucho más suaves y respetuosos que los tradicionales geles o jabones que utilizamos para limpiar nuestro cuerpo, manos o rostro), emulsiones y cremas hidratantes de forma continua.
“Y ante cualquier lesión en piel no duden en consultar con el especialista, en este caso un dermatólogo certificado por la sociedad Paraguaya de Dermatología” destacó Pefaur.