La piel es el órgano más grande del cuerpo y está compuesta en un 70% de agua. Además actúa como una barrera de protección ante cualquier cambio y su función, entre otras cosas, es proteger al resto del organismo de los cambios ocurridos en el exterior.
Factores que afectan a la piel
Según la especialista, los factores asociados al invierno que afectan de forma negativa a la piel son el frío, la escasa humedad ambiental, el calor seco de las calefacciones, el uso de agua muy caliente para el baño, los cambios bruscos de temperatura y otros.
Con el invierno, la piel es más vulnerable. Se vuelve pálida debido a que los vaso capilares se contraen. La irrigación disminuye y como consecuencia, hay menos oxígeno y nutrientes para las células, lo que retarda el recambio y se acumulan las células muertas, dando un aspecto opaco. Asimismo, la piel pierde agua y hay menor secreción sebácea, lo que se traduce en que esté más seca, arrugada, descamada y fisurada. Si la exposición al frío se mantiene sin los cuidados necesarios, la piel se vuelve sensible y fácilmente irritable e inflamada.
“El frío puede además propiciar la aparición de ciertas enfermedades o empeorar algunas existentes. Por ejemplo, la dermatitis atópica, un problema muy común de la piel, empeora considerablemente en invierno, se caracteriza por una piel seca e inflamada, con picor intenso. Estos síntomas provocan que, sobre todo, los niños estén nerviosos y sufran alteraciones del sueño, lo que afecta a su calidad de vida y a la de su familia. Por tanto en estos casos, se insiste en la importancia de la consulta anticipada con el médico dermatólogo para seguir todas las recomendaciones y evitar complicaciones” mencionó Pefaur.
Enfermedades cuya aparición están directamente relacionadas con el frío intenso:
- Los Sabañones (lesiones inflamatorias localizadas en las manos).
- La Enfermedad de Raynaud (palidez y frialdad en las extremidades).
- La urticaria por el frío (habones o ampollas que causan un gran picor) y otras.
Los tratamientos
Así también existen tratamientos que se aprovechan para realizar en el invierno ya que existe menos exposición solar y mayor tolerancia a los protectores solares como los tratamientos con láser, luz pulsada intensa así como los peelings químicos, ya sea para tratar manchas o cicatrices.
Medidas generales
Para evitar, o atenuar estas afecciones durante el invierno se recomiendan: baños cortos, de preferencia ducha (no bañera), una vez al día, agua no caliente, jabones cremosos o syndet (sin detergentes). Tampoco utilizar esponjas corporales y secarse sin frotar la piel. Colocar humectantes y emolientes a la noche luego del baño y las veces que sean necesarias durante el día. No usar prendas ajustadas; de preferencia las prendas deben ser de algodón. Por otra parte, no olvidar el uso de protector solar de forma diaria, de amplio espectro (contra radiación UVA/UVB) con factor de protección solar 30 para arriba y reaplicar según el grado de exposición solar. Lo más importante es consultar con un médico dermatólogo certificado por la Sociedad Paraguaya de Dermatología ante cualquier duda.