Los oxiuros son unas minúsculas lombrices que se alojan en el sistema gastrointestinal. Cuando se encuentran en el intestino grueso suelen pasar desapercibidas durante bastante tiempo, explica el Colegio de Farmacéuticos de la región alemana de Baja Sajonia.
Pero tan pronto como las lombrices hembras migran al ano por la noche y ponen sus huevos en los pliegues de la piel, el pequeño puede sentir una molesta comezón que le hace rascarse.
Para averiguar si hay una infección parasitaria, los padres deben examinar cuidadosamente el pañal o la ropa interior del niño para ver si encuentran pequeños gusanos.
Los expertos recomiendan también aplicar brevemente una tira adhesiva en la zona alrededor del ano y posteriormente ponerla en una bolsa o frasco sellado a fin de poder llevarlo al pediatra. El médico podrá examinar la tira bajo el microscopio para buscar huevos.
Aunque la infección con estas lombrices puede ser desagradable, normalmente es inofensiva. Según el Centro Federal para la Educación de la Salud, estos parásitos desaparecen al poco tiempo si se tratan con un remedio antiparásitos. Por norma general, conviene que reciban tratamiento también los familiares que conviven con el pequeño y sus contactos cercanos.