Artritis reumatoide y tiempo de invierno

Es sabido que las condiciones climáticas no son una causa de la artritis reumatoide (AR), pero pueden influir en cómo se siente el paciente. Una especialista aclara dudas al respecto.

Archivo, ABC Color
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¿La artritis empeora en invierno? Probablemente este sea uno de los cuestionamientos más comunes y reiterativos sobre el tema: “La artritis como enfermedad propiamente dicha no empeora en invierno, pero sí se hacen más intensos los dolores relacionados a esta enfermedad en la temporada fría en muchos pacientes. En general las articulaciones con algún problema previo, sea artritis, artrosis o tendinitis son las que más síntomas presentan”, refiere la Dra. Nelly Colmán Mc Leod, reumatóloga y vicepresidenta de la Sociedad Paraguaya de Reumatología.

El cuerpo responde al frío como mecanismo de defensa con la contracción de los músculos y de los vasos sanguíneos con el objetivo de preservar el calor del organismo. Esto propicia la existencia de una mayor presión en las articulaciones y un aumento de los dolores. Además, la contractura de los músculos empeora la sensación de rigidez que normalmente aparece en los pacientes con AR.

En invierno también es normal que se adopte una actitud o posición encorvada del cuerpo para protegernos del frío, esta postura causa una sobrecarga de la musculatura en la región del cuello y la espalda y en consecuencia el dolor de estas zonas, afirma Colmán.

Recomendaciones para la temporada invernal

En primer lugar, los que están en tratamiento crónico deben seguir con la medicación indicada, no disminuir o suspender. Otra recomendación es mantenerse resguardado del frío, abrigarse adecuadamente de manera a evitar enfriamientos. Es también importante estar en movimiento, en general los pacientes con artritis presentan más síntomas si están quietos o en reposo.

“En caso de que sufran un empeoramiento muy marcado de los dolores a pesar de haber seguido las recomendaciones previas, deberían de consultar con su médico tratante para evaluar el problema y tratarlo”, enfatizó Colmán.

Alternativa de la telemedicina

Si bien el contexto actual por la pandemia del COVID-19 nos obliga a tomar ciertas restricciones, acatando los cuidados y las medidas correspondientes, esto no debería ser un impedimento para mantener las consultas y seguir con el tratamiento. La telemedicina surge como alternativa más que válida para los pacientes que padecen enfermedades reumáticas.

Según cifras del Hospital de Clínicas, desde el mes de mayo hasta el 30 junio, más de 500 pacientes fueron atendidos bajo la modalidad de teleconsulta; siendo neurología con 191 atenciones, y alergia con 101, las especialidades más demandadas. Seguidas de reumatología con 87, endocrinología con 69, gastroenterología con 44, y nutrición con 28.

La buena relación médico-paciente es fundamental para el éxito del tratamiento. El paciente debe estar en conocimiento de que se trata de una enfermedad crónica y que va a requerir de tratamiento de por vida, probablemente.

“Una buena relación se traduce en confianza, lo cual es muy importante para que el paciente se adhiera al tratamiento en lo que respecta al consumo de medicamentos, acudir a los controles en el tiempo indicado y la realización de los estudios solicitados”, finalizó la especialista.

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