Nancy Mabel Zorrilla y Rafael Ortiz, quienes convivieron en concubinato por ocho años, tuvieron tres hijas en común, de 7, 5 años y un año y ocho meses. Hace tres meses, Nancy decidió poner fin a la relación, supuestamente debido a causa de violencia sistemática. Según los datos, Rafael no aceptaba la separación e insistía en una reconciliación.
El 18 de septiembre pasado, Rafael Ortiz acudió a la Defensoría de la Niñez de Presidente Franco y solicitó la custodia de sus hijas, lo que derivó en su traslado a la Oficina de Mediación. Alegó que Nancy ya tenía una nueva pareja y expresó su preocupación por el bienestar de sus hijas.
Para dar continuidad al trámite, ambos fueron convocados para el martes 8 de octubre a una audiencia de mediación; sin embargo, ninguno asistió, lo que interrumpió el proceso.
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Posteriormente, el 21 de octubre, Nancy acudió a la misma oficina y solicitó una prestación alimentaria para sus hijas, por lo que se convocó a ambas partes nuevamente para el 25 de octubre.
Caso de tres niñas muertas, padres llegaron a un acuerdo
El 25 de octubre, ambos acudieron a la audiencia. Nancy llegó con sus tres hijas, quienes, según afirmaron en la Oficina de Mediación, mostraban un comportamiento cercano hacia su padre. Ante la armonía entre las partes, se llegó a un acuerdo tanto para el régimen de relacionamiento como para la prestación alimentaria.
El padre se comprometió a brindar una ayuda económica de G. 500.000 y a colaborar con otros gastos. Por su parte, la madre aceptó permitir que las niñas pasaran los fines de semana con su padre, de viernes a domingo.
Al tratarse de un acuerdo entre las partes, este tuvo validez desde ese mismo día, 25 de octubre. No obstante, el documento fue remitido al defensor de la niñez, Emilio González, quien homologó el acuerdo y lo remitió a la jueza de la niñez Delcy Cardozo, quien no llegó a emitir ninguna resolución al respecto.
Fue una audiencia pacífica, afirma mediadora
La mediadora Blanca Benítez señaló que la audiencia se desarrolló en un ambiente de mucha armonía y que no hubo señales de violencia entre las partes, lo que permitió continuar con la mediación.
Explicó que, de haber señales de violencia, las audiencias de mediación están prohibidas; sin embargo, ninguna de las partes mencionó algún incidente de este tipo, por lo que prosiguió.
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“No presentaron signos de violencia, no se trataron mal, conversaron pacíficamente. Ellos decidieron el día y la hora en que las niñas irían con su papá. Acá yo solamente hago lo que la gente acuerda. Nadie es presionado para nada”, aseguró Benítez.
La mediadora insistió en que no se trató de una disposición de alguna autoridad, sino de un acuerdo entre las partes. Señaló que tanto Nancy Mabel Zorrilla como Rafael Ortiz firmaron cuatro copias del documento sin manifestar ninguna oposición.
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El padre estaba prófugo de la justicia
Lo llamativo es que, cuando Ortiz acudió a la Oficina de Mediación tras pasar por la Defensoría de la Niñez, ya era una persona prófuga de la justicia.
El 21 de agosto, se había ordenado su detención tras ser declarado rebelde por homicidio doloso en grado de tentativa, luego de, supuestamente, haber herido de gravedad a su primo.
Respecto a este punto, la mediadora Benítez explicó que no cuentan con un sistema para verificar la situación procesal de quienes asisten a las audiencias. El único filtro es un cuestionario que se realiza de forma verbal y se registra en una ficha.