En las cercanías del río Monday operan varias canteras. Según pobladores de la zona, serían ocho los explotadores de las minas de piedras, pese a la prohibición por leyes y ordenanzas municipales. El lunes pasado, los pobladores se manifestaron pidiendo el cese total de estas explotaciones.
Los afectados afirman que además de los daños ambientales, los camiones que las acarrean destruyen los caminos vecinales y las explosiones causan daños a las casas.
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Ayer, los moradores acudieron a la Junta Municipal para pedir la mediación de los ediles. Dos representantes del barrio Santa Inés, Cintia Méndez y Nelson Cristaldo, participaron de la sesión, en la fase de audiencia pública.
Los lugareños relataron las peripecias que vienen soportando desde hace unos 30 años. Recordaron sobre la prohibición de la operación de canteras en zonas urbanas por el peligro que representa. En las cercanías funcionan instituciones educativas, por lo que también genera preocupación a los padres de los familia, explicaron.
Ante este reclamo, los concejales aprobaron el pedido de informes al intendente Roque Godoy (PLRA) y al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). Además invitaron a una reunión a las autoridades del Mades, conforme a la minuta presentada por los concejales Mauricio Torres (ANR) y Hugo Mendoza (ANR).