Los abogados del décimo departamento pusieron a conocimiento del fiscal adjunto, Jorge Arsenio Sosa García sobre una serie de supuestos mal desempeño de varios fiscales de la zona. Solicitan que estos agentes sean investigados y sus unidades auditadas a fin de sanear la institución.
Afirman que solo solucionando la serie de falencias la Fiscalía puede recuperar su imagen institucional y volver a ganarse la credibilidad ciudadana, que consideran está bastante disminuida. Los profesionales advirtieron de la rosca de fiscales que se formaron en la zona para dar protección a grupos mafiosos.
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“Es conocida la estructura de blindaje que se ha formado dentro del Ministerio Público a favor de narcotraficantes, evasores, contrabandistas, lavadores de dinero; casos de ventas de armas, casas de cambios clandestinas, falsificaciones, protección del ingreso de mercaderías sin control en el Aeropuerto Guaraní, en la Aduana de Ciudad del Este.
Existen hechos de cobros a los puertos clandestinos para seguir operando, contrabando de cigarrillos y comercios que venden productos falsificados, todos estos con tufo de pagos a funcionarios de distintos niveles del Ministerio Público y que llegaban incluso hasta a los diversos titulares de la Fiscalía General Adjunta de Turno”, refiere una parte de la nota firmada por la abogada Nilda Silvero de Prieto, presidenta del Colegio de Abogados.
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Otro de los cuestionamientos de los profesionales de derecho es la falta de rotación de agentes. Citaron el caso de la fiscal Carolina Rosa Gadea, quien ocupa el cargo hace 20 años. “La hemos denunciado por enriquecimiento ilícito y fue blanqueada por el Ministerio Público al igual que en el Jurado de Enjuiciamiento. La unidad a su cargo debería ser investigada en todos sus expedientes, con una auditoría seria”, expresa la nota.
También cuestionan las confirmaciones en el cargo, sin considerar el desempeño de los agentes, que las unidades de marca y del medio ambiente sean auditadas. Además, pidieron que la Inspectoría del Ministerio Público funcione debidamente.
Otra queja de los abogados es la labor de los psicólogos del Misterio Público, por presuntas irregularidades de los dictámenes. A fin de trabajar en el saneamiento de la institución solicitaron un canal de comunicación permanente con reuniones periódicas para visualizar los avances y actualizar los casos con el objetivo de dar mejor respuesta a la ciudadanía.