En una zona casi despoblada, ubicada a unos 2.000 metros hacia el lado Monday de la Ruta PY02, a la altura del Km 332, el silencio de la mañana fue interrumpido por cuatro disparos de arma de fuego.
Eran las 11:00 de este jueves cuando los vecinos alertados por los disparos se asomaron a la calle y vieron un automóvil Toyota que se desplazaba a gran velocidad.
Al verificar la zona, encontraron muerto a un joven, que luego fue identificado como Carlos Alberto Benítez Ortiz, de 31 años. Según el médico forense, le dispararon a quemarropa y por la espalda, sufriendo en total tres heridas.
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Las investigaciones preliminares señalan que el joven fue llevado hasta el lugar en el citado vehículo, le bajaron en la calle, le dijeron que corra. Allí el conductor se bajó y comenzó a dispararle.
El mismo posee cuatro antecedentes penales por robo y reducción. Sus familiares admitieron que era adicto a las drogas. Su padre, Celino Benítez, llegó al lugar para reconocer el cuerpo y dijo que desconoce si su hijo recibió alguna amenaza o haya tenido algún conflicto .
¿Cuántos adictos a las drogas recorren las calles ?
“No sé si debía o no por la droga. Él se iba a carpir y corpir y con eso hacía plata para pagar por su droga. Ningún vecino se quejaba de él por robo ni otra cosa. Le tenemos enrejado a la noche, no lo dejamos salir. Muchas veces le llevamos para rehabilitarse pero no conseguimos. Su mamá también le daba dinero para que no lleve de ella sus cosas”, relató.
La adicción, un problema social grave
El fiscal Edgar Torales, quien tiene a su cargo la investigación, dijo que como en la zona no hay circuito cerrado, recurrirán a los comercios más próximos para tratar de identificar el rodado y a través de eso a los autores.
Por otra parte, lamentó la ausencia total del Estado para los jóvenes que sufren adicción a las drogas. Resaltó que los afectados y sus familiares no tienen dónde acudir para buscar una rehabilitación.
“Es un problema social grave y lastimosamente hay una ausencia total del Estado, no hay política de atendimiento. Los que sufren son los familiares, principalmente los padres que deben enfrentar la realidad. Nuestras instituciones que debían de cuidar de las personas con adicción no funcionan”, expresó.
Tras el procedimiento de rigor, el cuerpo fue entregado a sus familiares.