El primer asalto, de los dos más recientes, se registró ayer a las 18:10 aproximadamente, sobre la avenida Patricio Colmán del barrio Pablo Rojas, en inmediaciones de la estación de servicio Energy.
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Acorde con los datos, Fredy Gustavo Salinas Salinas (40) se desplazaba al mando de un camioncito de la marca Kia, modelo K 2.700, acompañado de sus compañeros Derlis Ariel Samudio (27) y Carlos Daniel Martínez Cáceres (36), todos empleados de la empresa transportadora Paraná Express.
Al llegar al lugar mencionado, fueron interceptados por al menos seis criminales encapuchados que se movilizaban en un automóvil Toyota Runx, chapa CEH 724, y un furgón gris, quienes a punta de pistolas y escopetas obligaron a los trabajadores a detener la marcha.
Posteriormente, los bandidos se llevaron el camión y, a algunas cuadras del lugar del asalto, se apoderaron de varios volúmenes que contenían celulares de alta gama y electrónicos varios, por valor de unos US$ 200 mil, para luego darse a la fuga en el furgón gris.
El automóvil Toyota fue abandonado en el lugar y se supo que fue hurtado el pasado 31 de mayo en el Área 5 de la ciudad de Presidente Franco, según la denuncia que había sido presentada por su propietario Alexis Alberto Lezcano Gavilán.
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El segundo atraco
El otro millonario golpe fue asestado alrededor de la 01:30 de este viernes en pleno microcentro de la capital del Alto Paraná, en la Galería Hijazi Center, situada sobre la avenida Adrián Jara y Piribebuy, resultando víctima de robo Hussein Alí Hijazi.
El caso fue informado a la Comisaría 1ª por los guardias de seguridad del establecimiento comercial, Hilario Barúa Adrián (56) y Miguel Ángel Frutos Segovia (43).
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Llamativamente, las cámaras del circuito cerrado fueron cambiadas de dirección para no captar el robo; además, los tres supuestos autores del atraco se quedaron dentro del establecimiento comercial al momento del cierre de los portones, sin que se percataran los encargados de monitoreo.
La víctima manifestó que los desconocidos se alzaron con 600 aparatos celulares de la marca iPhone y 200 de la marca Xiaomi, por un valor total que ascendería a los US$ 200 mil.
El hecho está siendo indagado por personal de Investigaciones y existen fuertes sospechas de la implicancia de los empleados.