La llamada operación “Turf” está en curso luego de más de 18 meses de investigación, con el despliegue de cerca de 200 policías federales para cumplir 20 órdenes de captura y 30 allanamientos dispuestos por los juzgados de de Río de Janeiro, São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Mato Grosso.
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El allanamiento en el Paraná Country Club se realiza en la mansión de uno de los buscados identificado como Lindomar Furtado, quien logró huir aparentemente tras ser alertado por los guardias de seguridad del condominio cerrado.
El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, ordenó la inspección del circuito cerrado donde pudieron visualizar que el presunto narcotraficante huyó poco antes de la llegada de la comitiva, que perdió varios minutos por las trabas que pusieron los guardias en las barreras.
El otro allanamiento, encabezado por el fiscal antidrogas Elvio Aguilera, se lleva a cabo en una fábrica de blindajes “Black Eagle”, situada en el Parque Empresarial San Juan, bloque B, en el barrio San Juan de Ciudad del Este. La empresa pertenecería al buscado.
Se trata de un operativo con cooperación internacional para hacer intervenciones en Paraguay, España y Emiratos Árabes Unidos (Dubái).
La investigación destapó la existencia de un grupo criminal dedicada a la adquisición de cocaína en países productores (Bolivia y Colombia), de donde llevaban a los puertos brasileños para su remisión a Europa.
Más de ocho toneladas de cocaína fueron incautadas durante la investigación, tanto en Brasil como en Europa, destino final del estupefaciente.