La medida de fuerza afecta a unos 3.000 camioneros, brasileños y paraguayos, debido al enlentecimiento de los trámites administrativos para la importación y exportación de cargas.
Los gremios camioneros revelaron que de estar realizando tres viajes por semana, ahora apenas logran la liberación de una carga cada diez días, donde apenas ingresan tres camiones en el marco de la “Operación Padrón” que llevan adelante los funcionarios de la Receita Federal para exigir al Gobierno de Jair Bolsonaro el cumplimiento de una serie de reivindicaciones salariales.
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Además del factor económico, los camioneros sufren varios días en las filas en medio del intenso calor, sin la posibilidad de acceder a comodidades básicas, dado que en varias ocasiones fueron víctimas de ladrones mientras buscaban baños o alimentos.
La situación cada vez se torna más insostenible, sin que hasta fecha se cuente con una comunicación o explicación del lado brasileño. La puntos más críticos son desde la rotonda Oasis hasta el puente de la Amistad y el Km 3,5, donde la Patrulla Caminera y la Policía Municipal de Tránsito realizan trabajos coordinados para ordenar el caótico tránsito, derivado del estacionamiento forzoso en banquinas, calzadas y parte de la pista, formándose en algunos casos dos o tres filas de camiones de gran porte.
Por otro lado, desde hace algunos días la Aduana brasileña tiene habilitado un solo carril, lo que también afecta a los vehículos particulares que demoran hasta más de tres horas para cruzar el Puente de la Amistad, esto igualmente desalienta la llegada de los turistas a esta capital departamental.
Millonario perjuicio
Los gremios camioneros del país vecinos informaron que el perjuicio diario por la merma de importación asciende a unos 3,8 millones de reales (unos G. 4.800 millones, al cambio actual). En tanto que la Aduana de Ciudad del Este antes de la manifestación la recaudación diaria oscilaba los G. 7.000 millones por día, monto que se redujo a unos G. 4.000 millones, según explicó el administrador Luis Villalba.