Letrina, deforestación y desvío de cauce en reserva del lago Acaray

CIUDAD DEL ESTE. Una serie de graves delitos ambientales fue constatado ayer por una comitiva municipal de esta ciudad, en una reserva de bosque que bordea el lago Acaray. La Municipalidad había declarado el lugar como área protegida para que se mantenga en su estado natural pero de todas maneras es explotado como balneario por un grupo de avivados.

Durante la intervención constataron que varios árboles fueron cortados.
La franja del lago fue dividida en varias parcelas y se colocaron carteles indicadores a qué familia corresponde.
Los que explotan la costa del lago afirman que los arboles cortados cayeron a causa de la tormenta.
hasta una especie embarcación precaria se encontró en la costa.
Según la resolución el lugar se debería mantener en su estado natural pero se introdujeron cambio de todo tipo por parte de los se apropiaron del lugar.
Según la denuncia cada familia ocupa una parcela y cobra por el acceso al lugar.
Los arboles cortados fueron convertidos en bancos.
Hasta una letrina se construyó dentro de la reserva de bosque, constituyendo una grave contaminación.
Igualmente se encontraron cercados precarios que llega hasta el lago Acaray.
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Una zona boscosa que bordea el lago Acaray es utilizado como balneario ilegal por un grupo de avivados que supuestamente cobran entradas, realizaron varias alteraciones y hasta lucran con cantinas. Se trata de una reserva forestal ubicada en el barrio Acaray de Ciudad del Este que la Municipalidad declaró como área protegida de dominio municipal.

Según la ley 4690/2020, el bosque debía ser resguardado con el objeto de su preservación, conservación, recomposición y mejoramiento de los recursos naturales. También se había dispuesto restringir el acceso y que se requiriera de permiso y autorizaciones para la realización cambios de uso de suelo, tala, poda o cualquier actividad tendiente a modificar el estado natural.

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Lejos de mantenerse en su estado natural, el lugar es explotado como un balneario irregular, bajo la denominación de “Costanera Pira’í”, comandado por el activista Rafael Esquivel, alias “Mbururu”. En la costa del lago se realizaron varias modificaciones que constituyen delitos ambientales.

La comitiva de funcionarios constató que en el lugar se construyó una letrina, causando contaminación del suelo; que se cortaron varios árboles, que se convirtieron en asientos y leña. Además se extrajeron todos los arbustos y se realizó quemas en el lugar, lo que implica un grave peligro de incendio.

Igualmente, se pudo ver que la costa del lago se dividió en parcelas e incluso colocaron carteles indicadores para determinar a quién pertenece. Según los datos, cada ocupante cobra por el acceso y permanencia en el lugar.

Asimismo, un arroyo ubicado en el acceso del “balneario” fue desviado y rellenado con escombros, con remoción de tierra con tractores, violando abiertamente la disposición municipal para conservar el lugar. (Ver galería)

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Esta parte del lago no es apta para el baño por carecer de condiciones de seguridad por lo que es un verdadero peligro para quienes ingresan al agua, incluyendo decenas de niños.

Inadaptados

Además de los graves delitos ambientales, los vecinos del lugar denuncian que son frecuentemente atacados por inadaptados que acuden al lugar. Los conflictos datan de hace muchos años, pues los vecinos denuncian constantemente los delitos ambientales y los que lucran con el lugar toman revancha.

En los últimos días derribaron el portón de hierro de uno de los vecinos en dos ocasiones, chocaron con vehículos hasta tumbarlo, según consta en el video de circuito cerrado. Además, arrojaron piedras hacia la casa y sus ocupantes. Los afectados radicaron la denuncia en las dos ocasiones pero no hubo respuestas.

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