Juan Ayala, director de Tránsito, explicó que la destrucción se llevó a cabo en el marco de un trabajo de cero tolerancia a los ruidos molestos. “Estamos procediendo a destruir todo tipo de escapes roncadores que le quita el sueño y el descanso a nuestra gente; además provocan zozobra porque algunos suenan como si fuera ruido de escopeta, causando miedo”, dijo.
Se detalló que fueron más de 60 roncadores de diferentes marcas incautados en procedimientos que se realizaron durante 15 días en conjunto con agentes de la Policía Nacional. “Tenemos escapes que cuestan más de 1 millón de guaraníes, muchos de sus propietarios vinieron llorando a pedir que se les devuelva, pero vamos a tener tolerancia”, dijo.
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La destrucción fue ejecutada por funcionarios municipales frente la sede de la comuna. Se advirtió que continuará la “caza” a los rodados que recorran la ciudad con este tipo de “accesorio” molesto para la comunidad.