Durante una serie de entrevistas con sicólogos y siquiatras del Ministerio Público, Martínez brindó supuestos pormenores del asesinato de Naydelin, ocurrido el 29 de febrero de 2020, en Minga Guazú.
El acusado dijo que atropelló con su vehículo a la niña Naydelin cuando salía de una despensa de dónde compró golosinas. Luego, la subió a su auto y -según dijo- pretendía llevarla hasta un hospital, pero supuestamente ya estaba muerta.
Igualmente, mencionó que ató con un cable las piernas de Naydelin debido a que sangraba mucho. Entonces decidió trasladarla hasta una zona boscosa del Km 26 Monday.
El joven también comentó cómo quemó el cuerpo de Naydelin hasta quedarse calcinado. “Usé aceite y combustible para prender el fuego”, agregó.
Naydelin fue quemada viva, según la Fiscalía
No obstante, para la Fiscalía los hechos se produjeron de otra forma. Según la acusación, la niña fue quemada viva, en base a un informe forense que indica que la niña inhaló humo cuando murió.
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Según la acusación de la fiscala Vanesa Candia, el joven Martínez Núñez había raptado a la niña Naydelin en la tarde del 29 de febrero de 2020, en el barrio Kabure’i de Minga Guazú.
Luego, la niña fue trasladada en un automóvil Toyota Premio, gris azulado y sin chapa, hasta una zona boscosa distante unos 30 kilómetros del lugar del rapto. En este sitio la niña fue quemada viva con fuego de leña y óleo hasta que sus restos quedaron calcinados.
Peligrosidad del infanticida
El autor confeso dijo que está arrepentido por el crimen, pero su lenguaje corporal no condicen con sus palabras de arrepentimiento, según el informe del sicólogo clínico del Ministerio Público Christian Verdún.
“Se observan llamativos indicadores de falta de control de los impulsos cognitivos, esto significa que el conocimiento, comprensión o razonamiento no logra impedir la reacción impulsiva”, indica una parte del informe forense.
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El documento leído en el juicio oral igualmente señala que Martínez Núñez tiene baja tolerancia a la frustración, dependencia emocional, dificultades con la figura materna y con la figura paterna. Además, es una persona ensimismada, con bajo autoestima, irritabilidad y desconfianza.
Según la hipótesis de la Fiscalía, Martínez Núñez cometió el crimen en venganza contra su ex novia, tía de la niña Naydelin. El acusado había quedado ofuscado tras ser denunciado por violencia familiar por su ex pareja.
El forense comunicó que el acusado tiene una “llamativa falta de empatía para con las víctimas” y que sumado al consumo de drogas eleva “el grado de peligrosidad para sí mismo y para las demás personas de su entorno.