El Tribunal de Sentencia presidido por la magistrada Flavia Lorena Recalde e integrado por Emilia Santos y Vitalia Duarte condenó a Rolando Ramírez (32) a 15 años de prisión por homicidio doloso y robo agravado, ambos en grado de tentativa; también a Rodney Fabián Cardozo Mereles (27) a 5 años por intento de robo agravado.
Resultaron víctimas el suboficial Hernán Gustavo Ramírez Cabañas, además del guardia de seguridad ciudadana Carlos Ramón Algarín Solalinde y Diego Ramón Portillo Carvallo, hijo del extinto supuesto caponarco Juan Carlos Portillo Benítez, alias “Carlos Pedro Juan”.
La investigación que estuvo a cargo de la fiscal Analía Rodríguez refiere que el hecho se registró el 5 de julio de 2019, a las 20:50 horas aproximadamente, en una cancha de piqui vóley, situada en el barrio San Rafael de la ciudad de Presidente Franco. En esa ocasión, las víctimas se encontraban jugando una partida de naipes por dinero.
Según se dio a conocer durante el contradictorio público, los hoy condenados llegaron al sitio en actitud sospechosa junto a otros dos sujetos, quienes de antemano tenían la información de que en el lugar se manejaba mucho dinero en las apuestas.
Los sindicados simularon que querían comprar cerveza, pero el propietario del local, identificado como Hernán Carrillo, al sospechar de la intención de los falsos clientes, les exigió que levantaran sus remeras. Al notar que portaban armas de fuego en la cintura, les pidió que bajaran sobre la mesa.
Dos de ellos cumplieron la orden, mientras que los otros dos reaccionaron al instante y realizaron disparos, hiriendo a las tres personas. La peor parte se llevó el agente policial, quien sufrió heridas de gravedad, mientras los otros dos recibieron lesiones de refilón.
Tras consumar el ataque criminal, los autores escaparon del lugar a bordo de un automóvil, de la marca Toyota, de color gris. En prosecución de la investigación, las autoridades del Ministerio Público y la Policía Nacional identificaron y detuvieron a Ramírez y Cardozo Mereles.
Acribillan a policía en feroz ataque de sicarios en Presidente Franco
Con relación al hecho, la fiscal Analía Rodríguez imputó igualmente a Diego Hernán Martínez Escobar (30) y Nicolás Antonio Alvarenga Gavilán (30), quienes fueron identificados posteriormente. El primero fue recientemente capturado, mientras que el segundo permanece prófugo de la Justicia y declarado en rebeldía.
Las primeras publicaciones de ese entonces daban cuenta de que se trataba de un atentado de sicarios, contra el agente de policía y se había sindicado al narcotraficante brasileño Marcelo Pinheiro, alias Marcelo Piloto, quien en ese momento se encontraba recluido en nuestro país, como mandante.
Esto teniendo en cuenta que el criminal había acusado al uniformado de supuestamente haberlo secuestrado y liberarlo tras el pago de US$ 200.000 y la entrega de dos vehículo. El ese momento, el policía había negado las acusaciones.
Finalmente el atentado se investigó como un intento de asalto, que terminó en una balacera, concluyendo con esta condena.