Se viralizaron algunos videos que muestran envases de vidrio arrojados en la arena y en el lago Acaray, pese a que se cuenta con gran cantidad de basureros distribuidos en diferentes sectores de la costanera.
Ana Celia Campuzano, una vecina del lugar, comentó que durante la mañana de ayer domingo acudió a la playa artificial para disfrutar en familiar de la infraestructura recientemente inaugurada. Sin embargo, al llegar se encontró con una gran cantidad de jóvenes, en su mayoría brasileños, que amanecieron tomando bebidas alcohólicas y escuchando músicas a alto volumen. “Dejaron gran cantidad de botellas en la arena y también flotando en el agua y, lo peor de todo, varias jeringas en el baño. Mi tristeza es que dentro de poco ya no vamos a poder ni caminar en la playa por los vidrios o jeringas”, puntualizó Campuzano.
La mujer lamentó que luego del desorden generado por los inadaptados sociales, las funcionarias municipales limpiaron el baño y posteriormente procedieron a llavear las puertas, dejando sin sanitario a varias familias que se encontraban con criaturas.
La arquitecta Marlene Aguilera, directora de Área Urbana de la comuna esteña, al ser consultada al respecto dijo que están sorprendidos por la falta de respeto a reglas básicas de convivencia por parte de los jóvenes. “A diario hacemos un gran esfuerzo para mantener limpia la playa, pero nos encontramos que arrojan botellas en la arena, también dueños de vehículos que no quieren bajar los decibles de sonido y algunos dueños de moto ski que transgreden las boyas de seguridad”, refirió Aguilera.
Para hacer frente a estas inconductas comentó que proyectan reforzar el plantel de seguridad durante los fines de semanas, además de incorporar cámaras de vigilancia en puntos claves de la costanera.
Esta nueva opción de esparcimiento recibe un promedio de 3.000 personas por día, desde el viernes hasta domingo. Pese a la masiva concurrencia, prácticamente no cuenta con cobertura de seguridad de la Dirección de Policía del Alto Paraná.