Se trata de unas 75 familias de la parcialidad Ava Guaraní, quienes afirman que en la localidad Paso Cadena del citado distrito hay una vasta propiedad ancestral que les pertenece. Se trata de varias fincas que totalizan 1.024 hectáreas que en la actualidad están en posesión de la firma Agro KLM S.R.L.
Según los aborígenes, en 1974, sus abuelos fueron desalojados de estas mismas tierras que luego fueron entregadas a productores de grano. Ahora quieren volver a recuperarlas, pues afirman que quieren dejar a sus hijos en donde puedan formar familias y estar tranquilos.
Es con ese afán que en diciembre del año pasado ingresaron en la propiedad y el miércoles pasado se vieron obligados a salir, al verse acorralados por un contingente policial, en el marco de un proceso del Ministerio Público por invasión de inmueble ajeno.
El líder de la comunidad, Fabio Duarte Benítez explicó que en el grupo hay varias familias de diversas partes que fueron desalojadas, de otros inmuebles. El procedimiento fiscal-policial estuvo a cargo de la agente fiscal de Minga Porã, Olga Melgarejo y consistió en la fase de cese de hecho punible, para restituir el inmueble a los denunciantes, que acreditaron la titularidad de los inmuebles.
Los aborígenes, al verse rebasados por la comitiva decidieron salir de forma voluntaria del lugar y quedaron a un costado de la finca, que hace límite con otra comunidad indígena. Sin embargo, ayer se constituyó nuevamente un contingente policial para hacer cumplir una orden de no innovar y allí se produjo un enfrentamiento.
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A raíz del incidente, tres aborígenes quedaron con varias heridas con balines de goma. Entre ellos hay una mujer lactante que quedó en cama, pues sufrió una lesión en el pecho, además en las piernas. “No recibimos ninguna ayuda de medicamentos, ojalá que las autoridades nos ayuden porque estamos pasando mal”, añadió.
Duarte afirmó que el único pozo de agua tienen dentro de la finca de donde fueron desalojados y cuando fueron a traer agua para beber, fueron sorprendidos por policías de civiles acompañados de una patrullera. “No van a decir que mentimos porque sabemos bien que es una tierra ancestral, hay un cementerio, trituraron, mataron nuestras gallinas. Ahora estamos sin techo, en la calle”, relató.
Dijo además que están abandonados por el Indi, pues en ninguna ocasión acudieron al lugar para constatar cuál es la situación que están viviendo.