Los abusos ocurrieron en un inmueble del barrio San Isidro del distrito de Yguazú. El primer caso se produjo en el 2016 y resultó víctima su sobrina que en ese entonces tenía apenas 5 años de edad y había quedado momentáneamente bajo su guarda. En cámara Gesell, la pequeña declaró que el tío le había tocado en sus partes íntimas. A consecuencia, la misma sufrió una lesión, según se desprende del dictamen forense.
Luego, en el 2018, el acusado también agredió sexualmente a su hija, de 4 años de edad, según se probó en el debate público. La menor fue asistida por profesionales, quienes confirmaron la existencia del abuso.
Ambas causas se acumularon, hasta que el brasileño fue juzgado y finalmente condenado por el organismo juzgador. Representó al Ministerio Público el agente fiscal Demetrio Bareiro, de la Unidad Zonal de Yguazú.