La iniciativa surgió en las redes sociales tras la divulgación del deplorable estado de una escultura de concreto que grafica a una pareja dando la bienvenida al centro urbano y una pieza de maquinaria atrás. La figura, instalada desde hace décadas, simboliza la hospitalidad y apego al trabajo de los mingueros.
“Como jóvenes decidimos trabajar para darle un rostro diferente al municipio. Entonces denominamos la tarea: darle un rostro diferente a Minga Guazú”, dijo el abogado César Paredes, quien lideró a los jóvenes en el trabajo de hermosear el acceso al centro minguero.
Los pobladores también participaron de la iniciativa mediante la donación de pinturas, aparatos para la iluminación y materiales de trabajo.
Además de restaurar la escultura, los jóvenes plantaron flores de colores amarillo y naranjado para transmitir el mensaje de que la comunidad minguera recibirá a los visitantes con estusiasmo, alegría y optimismo.
“Con gestión pudimos realizar ese trabajo, sin gastar inclusive casi un guaraní. Se trata de 50 jóvenes que dedicaron su tiempo, de 7:00 hasta el oscurecer para renovar la imagen en un sector de la ciudad”, indicó Paredes.